DEL AMOR Y DEL ODIO
Giovanni Baglione conoció a Caravaggio, pero vaya por delante algo cierto: se detestaban. Quizá al principio de conocerse tuvieron una relación normal, pero después, y como quedará sobradamente patente su relación no puede calificarse de otra manera como de odio.
Empezaremos con una media paradoja: Baglione fue el primer biógrafo de Caravaggio. Biógrafo sí, pero para dejarlo bastante mal ante la historia. Baglione escribió una serie de biografías de los pintores que había conocido e incluyó a Caravaggio. Su biografía aunque útil en muchos aspectos es bastante inexacta y trasluce una cierta envidia.
Otra paradoja fue que Baglione adoptó el estilo pictórico de Caravaggio (¡!). ¿fue inconsciente la imitación? ¿Quizá observó la eficacia de ese estilo y su éxito frente a público y compradores? Yo creo esto último, pues se adapta el caravaggismo muy bien a un estilo dramático, y naturalista, muy conveniente en ambientes eclesiásticos como los que reinaban entonces.
Baglione, es cierto, tenía un nombre y prestigio en Roma. Tenía buenos amigos y apoyos de personajes poderosos. Sin duda por su forma de ser, estaba más acorde con la sociedad de Roma, sin embargo Caravaggio, iba de lío en lío por los bajos fondos romanos y nunca llegaría a acomodarse “en sociedad”.
Aunque la antipatía entre ambos pintores –y con otros pintores también-, seguramente venía de atrás, su relación indiscutiblemente se deteriora desde el siguiente incidente:
Caravaggio pintó por encargo esta obra maestra.
El cuadro pintado en 1602 se titula “Amor Victorioso”, también conocido por el “Cupido”, mide 156 cm. x 113 cm. La obra gustó muchísimo pese a ser un auténtico escándalo. Después compartiré mis impresiones sobre la misma.
En réplica a esta obra Giovanni Baglione pintó esta otra obra:
Se trata del “Triunfo del Amor Divino sobre el mundo, la carne y el diablo”. Tanto el Amor Victorioso de Caravaggio, como este Amor Divino de Baglione se encuentran actualmente en la Gemäldegalerie de Berlín, y están una la una al lado de la otra, sólo separadas por una puerta. Yo he tenido la suerte de poder verlas, y uno se queda admirado del nivel artístico en la Roma de los primeros años del S. XVII. El cuadro de Caravaggio incluye a un muchacho con alas de ángel excelsamente pintado, que ha sido identificado como Cecco del Caravaggio y éste, a su vez, como Francesco Boneri, que también fue pintor caravaggista. El Cupido está rodeado de instrumentos musicales y otras artes, sobre las que él tiene primacía, “Omnia vincit Amor”, este es, al parecer, el simbolismo básico del cuadro y su idea general. Muchas interpretaciones se le han dado por los expertos, pero a mi me transmite una gran alegría. En el claroscuro, Caravaggio me transmite alegría por el amor y la vida, (cuando Caravaggio pinta este cuadro todavía no habían llegado los acontecimientos que le llevarán a ser un proscrito de la justicia). El claroscuro revela no sólo acontecimientos dramáticos o trágicos. No me extenderé más, pero sólo añadir que para mí, es de lo mejor de Caravaggio, y por tanto de la historia de la pintura.
El cuadro de Baglione que muestra un ángel adulto, más bien parece un arcángel San Miguel, tiene a sus pies a un demonio y a un cupido. Sí, todo muy ortodoxo, muy integrista, muy contrarreformista. El cuadro, pese a estar hecho con oficio, me dio una sensación de pesadez, transmite miedo y rigor…ese ángel musculado con su coraza, en actitud de lanzar un rayo, que más bien parece que vaya a golpear al cupido ya en el suelo. Observemos que Baglione adopta un estilo caravaggista en su confección, y que dicho sea de paso, hasta entonces había sido un pintor manierista. Eso pudo haber irritado a Caravaggio. El cuadro de Baglione no gustó a muchos pintores de Roma, le sacaron muchos defectos. De hecho, Baglione pintó una nueva versión de su Amor Divino, que hoy se encuentra en Roma en concreto en la Galería Nazionale d’Arte Antica. En mi opinión, el cuadro de Baglione no resiste la menor comparación con el de Caravaggio, por lo que es mejor no hacerla.
El cuadro Amor Divino de Baglione fue dedicado a un cardenal llamado Benedetto Giustiniani, el Amor Victorioso del Caravaggio fue adquirido por el hermano de este cardenal, llamado Vincenzo Giustiniani. El primero, regaló en agradecimiento a Baglione una cadena de oro, lo que entonces era un honor muy apreciado por los pintores. Ahí arreciaron las burlas ¿Cómo podía un cuadro tan vulgar y un pintor mediocre ser merecedor de un honor así?
Las cosas pasaron a mayores. El ambiente entre los pintores profesionales de Roma estaba enconado. Los encargos de los poderosos y de las congregaciones católicas suponían, no sólo la oportunidad de mostrar el arte y darse a conocer, eran sobretodo, la mayor fuente de ingresos económicos. La competencia era dura. Se trataba de prestigiarse a sí mismo, y desprestigiar a los demás. Lo mismo ocurriría posteriormente en Nápoles en tiempos de Ribera, pero de esto ya hablaremos en su día.
Baglione recibió el encargo de pintar un retablo de ocho metros en la iglesia del Giesù en Roma, cuando Caravaggio esperaba que se lo hubieran ofrecido a él, no olvidemos que él ya había pintado el grupo de San Mateo para la iglesia de San Luis de los Franceses. Aquél retablo, hoy desaparecido, también fue objeto de todo tipo de burlas y menosprecios por parte de Caravaggio y otros pintores. Baglione, lo atribuyó a la envidia. Por Roma surgieron unos versos anónimos de carácter difamatorio y obsceno contra Baglione y su amigo Tommaso Salini, más conocido por Mao. Sólo pondré un par de perlas que entresaco del excelente libro de Helen Langdon:
"Giovani Bagaglia, eres un sabelonada, tus cuadros son mamarrachos..."
"Así que coge tus cuadros y cartones y vete a la tienda de Andrea Pizzicarolo (?), o límpiate el culo con ellos, o mételos en el coño de la mujer de Mao,..."
Seguramente Baglione, pensó que las cosas habían llegado demasiado lejos y presentó una denuncia. Días después, fueron detenidos Caravaggio y otros pintores amigos de éste, entre ellos un caravaggista importante llamado Orazio Gentileschi.
"Giovani Bagaglia, eres un sabelonada, tus cuadros son mamarrachos..."
"Así que coge tus cuadros y cartones y vete a la tienda de Andrea Pizzicarolo (?), o límpiate el culo con ellos, o mételos en el coño de la mujer de Mao,..."
Seguramente Baglione, pensó que las cosas habían llegado demasiado lejos y presentó una denuncia. Días después, fueron detenidos Caravaggio y otros pintores amigos de éste, entre ellos un caravaggista importante llamado Orazio Gentileschi.
Caravaggio estuvo encerrado varios días en la cárcel y se le recibió declaración. En ésta declaración afirma de Baglione que no es un pintor “virtuoso”, que no conoce a ningún otro pintor que lo considere buen pintor, –aquí probablemente Caravaggio miente porque él sí que conocía a Mao, (Tommaso Salini), que estaba en apoyo de Baglione…(¡y que por cierto también actualmente se le considera un caravaggista!)-, y añade, que la pintura del retablo del Giesù es torpe, y a ningún pintor le gusta salvo a Mao, (rectificando lo afirmado anteriormente), después niega su participación en los hechos de los que es acusado. Además durante el proceso se dejó entrever por Mao una supuesta imputación de sodomía de Onorio Longhi –un amigo de Caravaggio-, y del propio Caravaggio.
Caravaggio fue puesto en libertad previo pago de una fianza por el embajador de Francia, que era un admirador de su obra, pero con arresto domiciliario, que cumplió y tras esto marchó una temporada fuera de Roma.
Imaginaos el escándalo en Roma con panfletos, insultos entre pintores, denuncias, pintores detenidos por la policía de la época, o poderosos señores influyendo a favor de unos u otros.
He visto hasta ahora todas las obras que he podido de Giovanni Baglione, y pese a reconocer que tiene oficio y su estilo caravaggista es bastante estricto, no alcanza el nivel de otros caravaggistas importantes, y será recordado como biógrafo del Caravaggio y por su mala relación con él.
José Luis Cestero (nobiliano@gmail.com)
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