sábado, 23 de febrero de 2013

SANTA ÁGUEDA, ÁGATA O GADEA


PINTORES: MASSIMO STANZIONE, ANDREA VACCARO, ANTONIO DE BELLIS, FRANCESCO GUARINO.

 

Uno de los temas utilizados por los pintores inmediatamente posteriores a Caravaggio (digamos durante el S. XVII), y que reflejaba la belleza, y también la delicadeza de la mujer,  fue el referido al  martirio de Santa Águeda, también conocida por Santa Ágata, o incluso por Santa Gadea.

Curiosamente en precedentes anteriores, esa delicadeza se echa de menos. Así, tenemos al pintor Gaspar de Palencia, fallecido en 1.590, cuyo martirio de Santa Águeda, que se puede ver en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, refleja con bastante crudeza el martirio.

 

Caravaggio no pintó el tema de Santa Águeda en concreto, aunque sí magistralmente otros relativos a martirios de santas, como “Santa Catalina de Alejandría” –véase entrada de fecha 24-8-2011-, que resulta un cuadro absolutamente lleno de símbolos, en el que, en vez de aparecernos una mártir sufriente, se nos pone de manifiesto una gran dama; o el cuadro “El Martirio de Santa Úrsula”, más tenebroso y atormentado, y que requiere un mayor detenimiento, por lo que lo reservamos para otra ocasión.

 

Fue, sin duda, mucho más repetido el tema de Santa María Magdalena –ver entrada de fecha 20-1-2013 -, tanto por Caravaggio, como por pintores anteriores y posteriores. Sin embargo; algunas de las santas Águeda que nos han quedado, son de exquisita factura como podrán comprobar seguidamente los amigos de este “blog”.

Para centrarnos un poco en el significado del tema, daré una pequeña descripción de la tradición sobre Santa Águeda:

En tiempos del emperador romano Decio, (no está muy claro si en lo que sería hoy Catania o en Palermo), había una muchacha muy bella (siempre resulta en estas historias que son muy bellas las muchachas), y de buena familia, llamada Águeda, la cual era objeto de los deseos del senador Quintiano. La joven Águeda, que era cristiana, no transigía con los deseos mundanos del tal senador Quintiano, con lo que ya tenemos planteado el conflicto. Éste, y para que la muchacha cediera, se las arregló para ponerla bajo la influencia de una sacerdotisa llamada Afrodisia, cuya misión era que se olvidara de su fe cristiana, y cayera en los brazos del Senador. Por supuesto no lo consiguió ante la firmeza de las creencias de la joven. Entonces pasó lo que se suele ser habitual en estos casos: El Senador monta en cólera, la santa persiste, y empieza la tortura.  La encerró en prisión, y ordenó que le cortaran los pechos. Tras eso, milagrosamente,  Águeda es visitada por San Pedro en la prisión para curar sus heridas. Quintiano no estaba dispuesto a admitir este fracaso, y ordena, a mayor crueldad, que Águeda fuera quemada con brasas. Estas son las razones por la que la Santa es patrona de las enfermas de cáncer de pecho, de las enfermeras, e incluso, protectora ante los fuegos y volcanes, pues se dice que en una erupción del volcán Etna, cuya lava  amenazaba la ciudad, la avalancha fue detenida por la intercesión de la Santa, que oyó las plegarias de sus moradores.

 

Vemos aquí la imagen de esta Santa Águeda maravillosa del Museo de Bellas Artes en Valencia, y que se atribuye a Massimo Stanzione, conocido en España como El Caballero Máximo. Pintor que desarrolló gran parte de su obra en Nápoles en competencia acreditada con el genial Ribera. Observemos que la Santa se cubre el pecho con las manos, donde están las ropas manchadas de sangre.

 

Uno  se queda sin palabras ante este cuadro atribuido a Andrea Vaccaro, que tiene el Museo Nacional del Prado de Madrid. Se añade, con respecto al anterior de Stanzione, el elemento de la ventana enrejada de la celda en la que se encuentra recluida la Santa, y un mayor tamaño en la figura. Nos da el cuadro una sensación de  gran actitud ascética, muy cercana a la de algunos cuadros sobre el tema María Magdalena, pero siempre con esa terrible mancha de sangre en las ropas de la mujer.


Si lo prefieren, este otro también atribuido a Andrea Vaccaro en el Museo del Prado, más dramático, donde la Santa se encuentra tumbada, iluminada por completo con un foco, y donde aparece encadenada en la celda, atisbándose al fondo arriba las rejas de su prisión.

En la Academia de San Fernando en Madrid podemos admirar esta Santa Águeda visitada en la cárcel por San Pedro, también de Andrea Vaccaro, con unas nuevas variaciones, cuales son las figuras enteras, y el detalle del guardia al fondo de la reja. San Pedro, lleva en la mano las llaves que le caracterizan en muchas ocasiones como tal, cuando es representado.





Este cuadro de Antonio de Bellis “Santa Ágata visitada en la cárcel por San Pedro”, está en el Museo de Capodimonte de Nápoles. Antonio de Bellis, pintor napolitano no muy conocido, aunque más joven que Ribera, llegó a ver la fama que éste consiguió, no obstante, se piensa que estuvo más en el círculo de Massimo Stanzione, y de otro pintor napolitano llamado Bernardo Cavallino, que en su momento merecerá nuestra atención. El cuadro que nos ocupa, más idealizado, con una presencia angelical, apunta la llegada de San Pedro en ayuda a la Santa que está exhausta por su martirio. Se observa que el autor ha reflejado una pequeña mancha de sangre, casi imperceptible, pero que seguro, no les habrá pasado por alto, a los avezados lectores de esta entrada en el “blog”.


Por último, y por si este cuadro de Antonio de Bellis en Capodimonte  no les hubiera gustado mucho, les propongo éste otro de Francesco Guarino, que por sí mismo ya vale el precio de la entrada al Museo de Capodimonte, incluso diría el del viaje y la estancia. Admiren:

 

¡Qué finura y qué prestancia! Juegos de sombra y luz; y esos ropajes manchados de sangre que se tratan de ocultar. Uno de los cuadros de esa época que a mí más me gustan. Durante mucho tiempo este cuadro fue atribuido a Massimo Stanzione, pero más recientemente (en 1957 por los expertos R. Causa y Bologna), se atribuyó a Francesco Guarino. Este pintor que fue activo en Nápoles, al parecer discípulo de Stanzione, nació en la localidad de Santa Ágata Irpina en 1.611, lo cual debe significar algo, (falleció en 1.654).

Hasta otra ocasión, espero que estas impresiones compartidas  hayan podido ser de su interés o motivarles en algo.

José Luis Cestero Ramos

caravaggismo@gmail.com