PINTORES: MASSIMO STANZIONE,
ANDREA VACCARO, ANTONIO DE BELLIS, FRANCESCO GUARINO.
Uno de los temas utilizados por
los pintores inmediatamente posteriores a Caravaggio (digamos durante el S.
XVII), y que reflejaba la belleza, y también la delicadeza de la mujer, fue el referido al martirio de Santa Águeda, también conocida
por Santa Ágata, o incluso por Santa Gadea.
Curiosamente en precedentes
anteriores, esa delicadeza se echa de menos. Así, tenemos al pintor Gaspar de
Palencia, fallecido en 1.590, cuyo martirio de Santa Águeda, que se puede ver
en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, refleja con bastante crudeza el
martirio.
Caravaggio no pintó el tema de
Santa Águeda en concreto, aunque sí magistralmente otros relativos a martirios
de santas, como “Santa Catalina de Alejandría” –véase entrada de fecha
24-8-2011-, que resulta un cuadro absolutamente lleno de símbolos, en el que,
en vez de aparecernos una mártir sufriente, se nos pone de manifiesto una gran
dama; o el cuadro “El Martirio de Santa Úrsula”, más tenebroso y atormentado, y
que requiere un mayor detenimiento, por lo que lo reservamos para otra ocasión.
Fue, sin duda, mucho más
repetido el tema de Santa María Magdalena –ver entrada de fecha 20-1-2013 -, tanto
por Caravaggio, como por pintores anteriores y posteriores. Sin embargo;
algunas de las santas Águeda que nos han quedado, son de exquisita factura como
podrán comprobar seguidamente los amigos de este “blog”.
Para centrarnos un poco en el significado
del tema, daré una pequeña descripción de la tradición sobre Santa Águeda:
En tiempos del emperador romano
Decio, (no está muy claro si en lo que sería hoy Catania o en Palermo), había
una muchacha muy bella (siempre resulta en estas historias que son muy bellas
las muchachas), y de buena familia, llamada Águeda, la cual era objeto de los
deseos del senador Quintiano. La joven Águeda, que era cristiana, no transigía
con los deseos mundanos del tal senador Quintiano, con lo que ya tenemos
planteado el conflicto. Éste, y para que la muchacha cediera, se las arregló
para ponerla bajo la influencia de una sacerdotisa llamada Afrodisia, cuya
misión era que se olvidara de su fe cristiana, y cayera en los brazos del
Senador. Por supuesto no lo consiguió ante la firmeza de las creencias de la
joven. Entonces pasó lo que se suele ser habitual en estos casos: El Senador
monta en cólera, la santa persiste, y empieza la tortura. La encerró en prisión, y ordenó que le
cortaran los pechos. Tras eso, milagrosamente, Águeda es visitada por San Pedro en la prisión
para curar sus heridas. Quintiano no estaba dispuesto a admitir este fracaso, y
ordena, a mayor crueldad, que Águeda fuera quemada con brasas. Estas son las
razones por la que la Santa es patrona de las enfermas de cáncer de pecho, de
las enfermeras, e incluso, protectora ante los fuegos y volcanes, pues se dice
que en una erupción del volcán Etna, cuya lava amenazaba la ciudad, la avalancha fue detenida
por la intercesión de la Santa, que oyó las plegarias de sus moradores.
Vemos aquí la imagen de esta
Santa Águeda maravillosa del Museo de Bellas Artes en Valencia, y que se
atribuye a Massimo Stanzione, conocido en España como El Caballero Máximo.
Pintor que desarrolló gran parte de su obra en Nápoles en competencia
acreditada con el genial Ribera. Observemos que la Santa se cubre el pecho con
las manos, donde están las ropas manchadas de sangre.
Uno se queda sin palabras
ante este cuadro atribuido a Andrea Vaccaro, que tiene el Museo Nacional del
Prado de Madrid. Se añade, con respecto al anterior de Stanzione, el elemento
de la ventana enrejada de la celda en la que se encuentra recluida la Santa, y un
mayor tamaño en la figura. Nos da el cuadro una sensación de gran actitud ascética, muy cercana a la de
algunos cuadros sobre el tema María Magdalena, pero siempre con esa terrible
mancha de sangre en las ropas de la mujer.
Si lo prefieren, este otro
también atribuido a Andrea Vaccaro en el Museo del Prado, más dramático, donde
la Santa se encuentra tumbada, iluminada por completo con un foco, y donde
aparece encadenada en la celda, atisbándose al fondo arriba las rejas de su
prisión.
En la Academia de San Fernando
en Madrid podemos admirar esta Santa Águeda visitada en la cárcel por San Pedro,
también de Andrea Vaccaro, con unas nuevas variaciones, cuales son las figuras
enteras, y el detalle del guardia al fondo de la reja. San Pedro, lleva en la
mano las llaves que le caracterizan en muchas ocasiones como tal, cuando es
representado.
Este cuadro de Antonio de
Bellis “Santa Ágata visitada en la cárcel por San Pedro”, está en el Museo de
Capodimonte de Nápoles. Antonio de Bellis, pintor napolitano no muy conocido,
aunque más joven que Ribera, llegó a ver la fama que éste consiguió, no
obstante, se piensa que estuvo más en el círculo de Massimo Stanzione, y de
otro pintor napolitano llamado Bernardo Cavallino, que en su momento merecerá
nuestra atención. El cuadro que nos ocupa, más idealizado, con una presencia
angelical, apunta la llegada de San Pedro en ayuda a la Santa que está exhausta
por su martirio. Se observa que el autor ha reflejado una pequeña mancha de
sangre, casi imperceptible, pero que seguro, no les habrá pasado por alto, a
los avezados lectores de esta entrada en el “blog”.
Por último, y por si este
cuadro de Antonio de Bellis en Capodimonte
no les hubiera gustado mucho, les propongo éste otro de Francesco
Guarino, que por sí mismo ya vale el precio de la entrada al Museo de
Capodimonte, incluso diría el del viaje y la estancia. Admiren:
¡Qué finura y qué prestancia!
Juegos de sombra y luz; y esos ropajes manchados de sangre que se tratan de
ocultar. Uno de los cuadros de esa época que a mí más me gustan. Durante mucho
tiempo este cuadro fue atribuido a Massimo Stanzione, pero más recientemente
(en 1957 por los expertos R. Causa y Bologna), se atribuyó a Francesco Guarino.
Este pintor que fue activo en Nápoles, al parecer discípulo de Stanzione, nació
en la localidad de Santa Ágata Irpina en 1.611, lo cual debe significar algo,
(falleció en 1.654).
Hasta otra ocasión, espero que
estas impresiones compartidas hayan
podido ser de su interés o motivarles en algo.
José Luis Cestero Ramos
caravaggismo@gmail.com
tengo un cuadro que me gustaria compartir
ResponderEliminarAdelante. Este es un blog para compartir.
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