Ahora cuando está comenzando el año,
propongo unos momentos de tranquilidad y solazarnos con una música agradable
acompañando con esta entrada en el blog que va directamente a invitarte a la
contemplación de la belleza.
Dos de los temas más queridos por mí
son el de la Santas María Magdalena y Águeda o
Ágata.
Son muchos los ejemplos de pintores
caravaggistas y posteriores que tocaron esos temas. Quiero compartir unos cuantos de esos
ejemplos, como si de un preludio se tratara, para posteriormente poder ver, quizá
algún día, alguno –o todos-, de esos cuadros en el museo. Esto que ofrezco,
como siempre digo, no es suficiente, nada mejor que enfrentarse con el cuadro
cara a cara. Enfrentamiento que más que probablemente perdamos, porque la
belleza del cuadro siempre nos ha de vencer.
Acerca del reiteradísimo tema de María
Magdalena lo mencioné en la entrada de este blog de 4 de julio de 2.011.
Podríamos establecer muchos
precedentes, yo he elegido, por su extrema calidad y cantidad, la María
Magdalena de Tiziano.
Está en el museo del Hermitage de San
Petersburgo, también hay otras versiones en el Museo del Prado en Madrid, y en
el de Capodimonte en Nápoles. Es maravillosa. En este caso atención al exceso de ostentación
que representa el marco del cuadro.
Como no podía ser de otra manera
Caravaggio tocó el tema en distintas ocasiones y maneras, pero por no
extenderme mucho, en esta ocasión, os sugiero para empezar este cuadro:
Este cuadro de “la Magdalena en
éxtasis”, fue pintado por Louis Finson, (puede verse sobre este pintor la entrada
de fecha 14-6-2011), y se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Marsella,
pero está considerado como una copia muy buena de un original de Caravaggio
¿Dónde está el original entonces? No hay acuerdo todavía. Puede que tal
original ni exista. Se conocen bastantes versiones. Fue un cuadro muy reproducido, y no me extraña, porque para
mí es de lo más sugerente de Caravaggio. Parece que va ganando la opinión, de
que el original sea uno, que se posee en una colección particular en Roma, pero
mientras por los expertos se desenreda esa madeja, nosotros vamos
tranquilamente a disfrutar del cuadro.
De este medio cuerpo realista
extasiado, a un contraste, pero con una Magdalena con ángeles mucho más
idealizada de Antiveduto Grammatica, (ver entrada de fecha 10-12-2010 sobre
este pintor), en el museo del Hermitage en San Petersburgo. Sus ropajes son de
filigrana.
O bien la interpretación de la
siempre sorprendente Artemisa Gentileschi, que de niña, a través de su padre
Orazio, presumo que llegó a conocer a Caravaggio.
Galería Nacional de Oslo.
La influencia del caravaggismo sobre
los pintores de origen francés también fue grande, y sin perjuicio de hablar de
esa influencia más extensamente, podemos ver en el tema que nos ocupa a Guy
Francois, con esta Magdalena que está en el Museo del Louvre.
También de otro francés, Simon Vouet,
esta bellísima Magdalena de la Galleria Nazionale d’Arte Antica en el Palazzo
Barberini de Roma.
O nuestro tan apreciadísimo Ribera,
que pintó varias Magdalenas, de las que me gustaría recordar esta tan bella “Asunción de la Magdalena”, (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
en Madrid), llevada por angelitos, con su vestido roto, y materializada en un
estilo ya bastante evolucionado, donde los colores más claros se han abierto
paso.
O estas dos curiosas Magdalenas de
inspiración nórdica, en la Pinacoteca de Bergen (Noruega), de los pintores David Ryckaert en 1.650, con su bodegón incluido; y el
más moderno Heyerdalh en 1.877, con una Magdalena absolutamente rubia.
La interpretación de los españoles:
De Pedro Orrente en el Museo de
Bellas Artes de Valencia, con esa visión “desde abajo” de la Santa, bastante
original. El museo del Prado tiene uno casi igual que fuera atribuido a
Jerónimo Jacinto Espinosa.
Esta interpretación de Murillo en el estilo un tanto
ya anticuado en su época, con esa Magdalena quizá más recatada, pero de serena belleza,
(Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid).
Volviendo a los italianos:
Volviendo a los italianos:
El napolitano de adopción
Jacopo Cestaro en el Museo Cívico de Nápoles. Este pintor más posterior (S. XVIII), poco conocido, hae con profusión del azul, una interpretación, en mi opinión, de gran belleza, y sin que falte la habitual calavera, no le da al cuadro un ambiente lúgubre.
Pero si tuviéramos un premio que dar,
se lo daríamos a uno de nuestros autores preferidos, Andrea Vaccaro, a quien se
atribuye esta Magdalena tenebrista, en el éxtasis total.(Museo napolitano de
Pío Monte).
En esta ocasión no ha habido mucho
texto, pero sí, creo, buenos cuadros sobre el tema Magdalena, con un poco de
todo, sin más pretensión que pasar y hacer pasar un rato agradable.
Hasta pronto.
José Luis Cestero (nobiliano@gmail.com)
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