Caravaggio
llega de nuevo a Nápoles, en la segunda parte del verano de 1.609. Sobre esta
segunda estancia Giovanni Baglione, su paradójico biógrafo, dice: “Perseguido por su enemigo le convino volver
a la ciudad de Nápoles”. Es decir que, según él, estaba perseguido por un
enemigo cuyo nombre Baglione no sabe, o si lo sabe, no lo dice; pero que por el
contexto de cómo lo dice, se da a entender que el perseguidor era el caballero
que fue herido en Malta (véase la entrada en este blog “Caravaggio en Malta
(Parte II), los enigmas persisten” de fecha 14-4-2.012)
Sin embargo, digamos de entrada, que Baglione no estaba en Nápoles, estaba en Roma.
Y que él mismo podía haberse puesto gustosamente en la lista de enemigos de
Caravaggio; por lo tanto, el relato que hace de los hechos de la vida de éste,
está realizado, por lo menos en toda la última época de la vida de Caravaggio,
desde la síntesis y referencias de otros, y también, y ello resulta obvio,
desde el resentimiento profundo, por no decir odio, al biografiado.
¿Quién
podía ser ese enemigo del que habla Baglione y no nombra? Desde hace no mucho tiempo
se sabe el nombre: El Conde Della Vezza, esto es el caballero Giovanni Rodomonte Roero, véase nuevamente “Caravaggio
en Malta (Parte II), los enigmas persisten” 14-4-2.012.
En
la Posada u Ostería del Cerriglio, aparte de buena comida y lugar de reunión, cartas,
vino y juerga; muy frecuentado y conocido en Nápoles, había una entrada secreta
para caballeros que preferían la discreción y daba acceso a habitaciones donde
se ejercía la prostitución, (se ha sugerido que también, o en mayor medida,
masculina). Era “el sitio” en la Ciudad. ¿Y cómo iba a faltar Caravaggio a ese
ambiente tan atractivo para él?
Un bonito y curioso cuadro del napolitano Museo de San Martín, titulado: "Vista de Nápoles desde el vuelo de un pájaro", donde el autor de origen francés, Didier Barra, imaginó en 1.647 (!!) cómo sería la ciudad desde muy alto, a vista de pájaro. Nótese el imaginativo cielo y lo intrincado de sus calles. Quienes hayan estado en Nápoles reconocerán algunos edificios emblemáticos. Didier Barra falleció en Nápoles en 1.656
Es
un hecho relatado por otro de sus primeros biógrafos, apellidado Bellori, que a la salida y cerca de esa Ostería del
Cerriglio a Caravaggio le pegaron una fuerte paliza, y le desfiguraron la cara.
Así se constata documentalmente en la biblioteca vaticana donde consta archivado un “avviso”, o
anuncio de una noticia para general conocimiento, de interés en Roma. El “avviso”
está fechado el 24 de octubre de 1.609, así que yo calculo que la agresión pudo
haber tenido lugar sobre el 15 de octubre de 1.609, en razón de la probable
tardanza en torno a una semana en llegar la noticia a Roma. El “avviso” que nos
ocupa dice:
“Desde
Nápoles llega la noticia de que el célebre pintor Caravaggio ha sido asesinado,
y otros dicen que ha sido desfigurado”.
Es ciertamente inconcreto, pero nos aclara
al menos cuatro cosas: El lugar donde ocurrió, la fecha aproximada, y que pese
al tiempo transcurrido Caravaggio seguía siendo una celebridad, por otra parte,
había un grado elevado de confusión sobre lo ocurrido en Nápoles, pues quien
escribía, tenía informaciones diferentes sobre el resultado de lo ocurrido:
asesinado o desfigurado.
¿Qué
sucedió? Pues el “avviso” ayuda, pero no del todo, y como casi siempre pasa con
Caravaggio no se sabe seguro lo ocurrido.
Hay
varias posibilidades:
1.-
La más apoyada en la actualidad es que el Conde Della Vezza ayudado de otros,
le dio caza, y se vengó por lo sucedido en Malta.
2.-
Otra teoría especula con la posibilidad de que fueran unos sicarios que le
perseguían, enviados desde Malta, pero no el aludido Caballero maltés en
persona. Se ha sugerido que quizá enviados por Alof de Wignacourt (Gran Maestre
de la Orden de Malta).
3.-
Que se tratara de familiares, amigos o sicarios enviados desde Roma para vengar
la muerte de Ranucio Tomassoni (véase la entrada de fecha 28-1-2011)
4.-
Que la paliza tuviera como motivo hechos nuevos, desconocidos, y añado la
posibilidad de que esos motivos desconocidos tuvieran su génesis dentro de la
Ostería del Cerriglio.
En
la biografía actualmente de referencia, que es la de Andrew Graham-Dixon, se
decanta por la primera de las posibilidades, y prácticamente la da por segura.
No obstante, yo quiero comentar también un poco todas las posibilidades.
El
que fuera una “vendetta” de la familia de R. Tomassoni es lo más improbable, estando
de acuerdo con Graham-Dixon de que pasados tres años desde la muerte de
Ranucio, y a una distancia entre Roma-Nápoles, que en aquella época no se hacía
tan corta como ahora, y considerando que montar el operativo vengador no es tan
fácil, son suficientes para dejar esta posibilidad como última. Además, los
biógrafos de la época y posteriores nada sugieren en este sentido. Pero, no
obstante, es una posibilidad.
En
cuanto a las demás posibilidades se hace preciso hacer referencia a las
palabras de sus primeros biógrafos. Para empezar es menester señalar, y esto es
importante, que ninguno de ellos estuvo siquiera presente en Nápoles en esas
fechas. Otros biógrafos ni siquiera habían nacido.
Volvamos
al biógrafo sobre el que se basa la opinión más mayoritariamente considerada:
Baglione. En base a la traducción del facsímil de los originales, nos dice Baglione:
“Pero perseguido por su enemigo,
le convino volver a la ciudad de Nápoles, allí fue finalmente localizado, fue en
la cara tan fatalmente herido, que por los golpes no se le reconocía, y
desesperado por la venganza…”
Así por “su enemigo” se podría entender como
alguien en concreto (El conde Della Vezza), o genéricamente como “el enemigo”
(sicarios enviados desde Malta, quizá también por dicho Conde o por Wignacourt);
aunque parece más bien lo primero. Al mismo tiempo, habla de “venganza”, lo que
sí ayudaría a concretar más el autor, o al menos, el inspirador de esa
agresión. Mas no olvidemos que la biografía de Caravaggio realizada por Baglione no es especializada, sino una más
entre muchas de pintores de su época, y que él, no conoció estos hechos
directamente, se los contaron, o simplemente recogió algún rumor que se había
propagado por Roma, por lo que no puedo confiar demasiado en su relato.
Todavía
menos sabía el otro biógrafo posterior llamado Giovan Pietro Bellori, que ni
siquiera conoció a Caravaggio por la sencilla razón de que no había ni nacido
cuando suceden los hechos, y que también realiza una colección de pequeñas
biografías de pintores, en la que dice por escrito 63 años después:
“…porque un día que se encontraba
a la puerta de la Ostería del Cerriglio, le rodearon algunos con armas que le golpearon y le hirieron en la
cara.” De su obra “Le vite de’ pittori, scultori e architetti moderni, 1.672”
Aquí
Bellori da el dato concreto de las inmediaciones de la Osteria, cosa que no
dice Baglione, por cierto. Además,
habla de “…alcuni con l’armi…”, que
se ha traducido otras veces por esbirros, pero nada se dice de un caballero,
pero sí da a entender que fueron unos enviados, porque en el texto previo dice “de
nada le sirvió mandar una media figura de Herodías” (por Salomé,
confundiéndose Bellori), llevando una cabeza de San Juan en la conocida
bandeja. Cosa que según Bellori realizó Caravaggio para aplacar la ira de Alof
de Wignacourt. Así que Bellori estaría más por la teoría de un comando enviado
desde Malta.
Este cuadro de Caravaggio que está en Madrid, Palacio Real, conocido por "Salomé", probablemente es el cuadro a que hace referencia Bellori, como el enviado para aplacar a Alof de Wignacourt.
A
medida que nos alejamos de la fecha del suceso menor credibilidad.
Pero
yo quiero poner más en valor el testimonio de Giulio Mancini, (éste señor era un
médico y coleccionista, personaje importante en Roma, que conoció bien a
Caravaggio), cuando pasados dieciséis días del “avviso” a que hemos hecho
referencia, el 9 de noviembre de 1.609, escribía una carta a su hermano Deifebo,
diciéndole:
“Michelangelo
da Caravaggio se dice que fue asaltado por cuatro en Nápoles, y temen
que haya quedado herido. Lo cual si fuera verdad…”
Las noticias o rumores corrían rápido, pero no parecen muy iguales unas a otras
y mucho menos detalladas.
De
esta forma Mancini se hace eco de algo que se dice, lo que no es mucho, pero sí
lo dice muy poco tiempo después de acontecidos los hechos, lo que para mí tiene más
valor que los relatos de Baglione y Bellori.
El
“sfregio” era el corte realizado en
la cara para saldar una cuenta de honor o insulto que no requería la muerte. En
torno a este acto vengativo sobre la cara de Caravaggio, y los relatos de
Baglione y Bellori, Graham-Dixon hace girar los argumentos de que lo ocurrido
fue la primera de las posibilidades. Comprendo que desde el punto de vista
dramático es mucho más atractivo que otras posibilidades, que el Conde Della
Vezza junto con otros, saliera de Malta, persiguiera a Caravaggio por Sicilia,
y le atrapara en Nápoles para vengarse, con una paliza y un “sfregio”, pero eso para mí no está
claro.
La
pregunta es: ¿Por qué no mataron a Caravaggio en aquél momento? Si la
“vendetta” hubiera venido de parte de los Tomassoni –posibilidad tres-, parece que sería lo que
debiera haber sucedido, por lo que, a las razones sugeridas para negar esa
posibilidad más arriba indicadas, habría que añadir ésta.
Si
los autores hubieran sido un grupo de hombres llegados de Malta –posibilidad
dos antes mencionada- como un comando oficial de la Orden de los Caballeros de
Malta para localizar a Caravaggio, lo suyo hubiera sido detenerlo en vía
oficial como fugado, para después llevarlo a Malta y que cumpliera la sentencia
pendiente, pues estaba en busca y captura (vde la entrada de 14-4-2012 ).
Wignacourt quien gobernaba en Malta, era un muy importante representante
oficial, y no parece lógico pensar que hubiera permitido una operación
"sucia" contra Caravaggio.
Los
argumentos de Graham-Dixon parecen sólidos para apoyar la primera tesis, no
obstante, voy a poner algunos “peros”.
Hasta el momento no nos consta
documentación policial o judicial de los sucesos que se desarrollan
supuestamente junto a la Osteria del Cerriglio. Todo se mueve en el terreno de
lo privado y del rumor. Primero, Baglione, (si bien es cierto que parece seguir
una secuencia de “enemigo” desde Malta hasta Nápoles y que habla de “vendetta”),
no dice nada de “sfregio”, sino que fue fatalmente herido en la cara por los
golpes y por eso no se le reconocía, (“…su
nel viso cosí fattamente ferito, che per
li colpi quali più no si riconosceva”).
Detalle de Goliat del cuadro de Caravaggio "David con la cabeza de Goliat" que se encuentra en Roma, Galería Borghese, y que se piensa que se pintó tras los sucesos que estamos comentando. Es casi unánime el pensamiento de que el pintor se autorretrató en la cabeza herida y cortada de Goliat.
Baglione
-que detestaba a Caravaggio, y que éste pensaba de aquél que era un mamarracho
y un mal pintor-, como digo, Baglione pudo haber “interpretado las noticias”
como la venganza de un caballero para desacreditar aún más el nombramiento como
Caballero de la Orden de Malta que recibió Caravaggio, y debió recoger las
noticias o rumores llegados a Roma, aunque quizá “cocinados” con un poco de
tiempo. De hecho la obra de Baglione titulada : Le vite de’ pittori, scultori et achitetti. Del pontificato di Gregorio
XII del 1572 in fino a’ tempi di Papa Urbano Ottavo nel 1642, aparece
publicada nada menos que 33 años después de los hechos que refiere.
Es
de valorar que a los pocos días de los sucesos, lo primero que menciona Mancini
no es nada relativo a ningún caballero de la Orden de Malta, sino que cuatro
tipos le “asaltan” y le hieren, tampoco dice nada sobre venganza. Y esto
es muy sospechoso. Por tanto, desde el primer momento hay confusión. Así el
“avviso” guardado en el Vaticano no aclara si Caravaggio ha muerto o está mal
herido, y es muy escueto, sin ninguna explicación. Suponemos que la noticia
debió llegar a Roma por carta o por alguien que estuvo en Nápoles, y contaría
lo que vio, o le dijeron, y presumo, que se lo debieron contar a alguien
próximo al círculo de Caravaggio en Roma, y no al de Baglione que escribió mucho
más tarde sobre ello.
Por otra parte, el resumido relato de
Bellori, 63 años después nada menos, para mí no tiene mucho valor; pues
probablemente hizo lo que hacen muchos biógrafos: basarse en los anteriores; y
en este caso, el anterior era Baglione, que repito no es muy de fiar. Pero es
más; es que Bellori tampoco habla de “sfregio”
en concreto, sino –y tomo el texto también directamente del facsímil de su
libro Le vite de’ pittori, scultori e
architetti moderni -: “…mal trattato,
e ferito nel viso”, es decir herido en la cara, lo cual no parece exactamente
lo mismo que decir “que le golpearon y le acuchillaron la cara” como dice
Graham-Dixon que a su vez se refiere a Friedlander en el libro de éste “Caravaggio
Studies”. Ninguno de los dos viejos biógrafos, Baglione y Bellori, utilizan el verbo “sfregiare” (desfigurar). Por lo tanto la
duda para mí sigue.
Yo sugiero una cuarta posibilidad más
natural, más vulgar, menos dramática si se quiere. Caravaggio se metió en la
Osteria del Cerriglio en un nuevo altercado, cuyas causas desconocemos, y quizá
fueran inconfesables, y a la salida, lo esperaron cuatro tipos para darle una
paliza, y le pusieron el cuerpo a tono y la cara como una calabaza. No lo
denunció, porque él mismo estaba en busca y captura. Lo dejaron mal herido pero
no lo mataron porque no interesaba a sus agresores, que probablemente sabían
que no podría denunciar, o simplemente porque no pudieron o no quisieron. Tras
eso, fue llevado al Palazzo Cellamare en Chiaia (Nápoles) donde tenía
protección de Constanza Sforza Colonna, y allí se intentó reponer de las
heridas.
De
alguna manera la noticia, o mejor, el rumor
llegó a Roma y se publicó el “avviso”. Mancini se hizo eco de eso, pero él
sabía algún detalle más, como que fueron
cuatro los que asaltaron e hirieron a Caravaggio.
Incluso cabe la posibilidad también que
Caravaggio fuera robado, y todo se redujera a un caso común de robo con
agresión en una estrecha calle napolitana cerca de la Osteria del Cerriglio.
No
afirmo ni niego nada, de hecho, pienso que la versión primera de una venganza
del Conde, con paliza y “sfregio”
incluido, es muy apreciable. Algunos detalles como la ocultación de pruebas en
Malta o el hecho de que el Conde Della Vezza se ausentara de la isla tras la
fuga de Caravaggio son buenos indicios, pero las fuentes de sus primeros
biógrafos, son sólo indicios, que serían insuficientes como pruebas ante un
tribunal.
Los
relatos de Baglione y Bellori, exceptuado Mancini, no me parecen muy fiables, ya
que son muy resumidos y poco precisos. Si bien se piensa, el único dato
concreto que tenemos de la agresión con proximidad temporal a la agresión es
que fueron cuatro los asaltantes a Caravaggio.
Como
muchos otros sucesos de la vida de Caravaggio, supuestamente aclarados, yo,
lamento decirlo, el del “ataque junto a la Osteria del Cerriglio”, lo sigo
viendo poco claro.
En
resumen tenemos: Un primer biógrafo, Baglione, que escribe 33 años después y
tiene una enemistad manifiesta con Caravaggio, lo que le inutilizaría como
testigo en un proceso penal. Un segundo biógrafo Bellori, que escribe 63 años
después, y que había nacido en 1613, unos cuatro años después de los hechos que
relata, y seguramente teniendo a la vista el libro de Baglione. Igualmente
tenemos a Mancini, que en una carta a su hermano se hace eco del rumor llegado
a Roma al poco tiempo de los sucesos, y que es lo que más valor tiene para mi,
aun no teniendo demasiado. Y finalmente, un “avviso” que no aclara mucho más
allá de confirmar que a Caravaggio le pegaron una buena paliza.
Lo
importante en este caso, es que a diferencia de otros casos relativos a la vida
de Caravaggio, no se ha encontrado en Nápoles documentación policial o
judicial, ni siquiera de personas particulares que hubieran visto o comentado
lo ocurrido con proximidad al tiempo que ocurrió.
En
cuanto al alcance de las lesiones de Caravaggio no las conocemos. El que “por
los golpes no se le reconocía” no implica que le cortasen la cara, pero aún
admitiendo eso, pudo haber sido por nuevas afrentas que nada tuvieran que ver
con un Caballero de Malta. Es, por otro lado bien sabido, que golpes en los
ojos, rotura del tabique nasal, pómulos, o en los labios, desfiguran la cara
rápidamente.
¿Tiene
este “thriller” mucha importancia para la pintura?
Pues
relativamente. Pienso que fuera cual fuera el origen de las lesiones de
Caravaggio, lo importante es que hubo lesiones graves, (el “avviso” llega a indicar
que algunos piensan que había sido asesinado). Y pensamos que durante algún
tiempo pudo estar impedido de pintar. ¿Cuánto tiempo? Es difícil decirlo ya que
precisamente no sabemos el alcance real de sus lesiones.
A
partir de ese momento suponemos que Caravaggio se reafirma en su decisión de
regresar a Roma donde estaban sus calles conocidas, sus amigos,…Y para obtener definitivamente su perdón ante el Papa, tenía
necesariamente que volver con cuadros…Dejaría entonces pasar en Nápoles el siguiente
invierno y primavera, preparando su regreso a Roma.
Saludos
a todos.
José
L. Cestero Ramos (caravaggismo@gmail.com)
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