domingo, 1 de abril de 2012

CARAVAGGIO EN MALTA (PARTE I)











Les parecerá increíble, pero el día 29 de diciembre de 1607 el Gran Maestre de los caballeros de la orden de Malta Alof de Wignacourt[1] ponía por escrito refiriéndose a Caravaggio como persona “de grandes virtudes, honorable y respetuosa”[2]; y menos de un año después, el 1 de diciembre de 1608, en Asamblea Pública, celebrada en el Oratorio de lo que hoy es la Concatedral de La Valletta, fue realizado el solemne acto presidido por el mismo Alof de Wignacourt de “privatio habitus” –privación del hábito de la Orden-, y declararon a Caravaggio, y así quedó escrito, apartado de la Orden de Malta, como “miembro podrido y corrupto”[3]….Todo un record ¿no creen? Pero saben lo más curioso o divertido, dicho solemne acto estuvo decorado artísticamente con el cuadro más grande que nunca fue hecho por Caravaggio: “La decapitación de San Juan Bautista”.
De esta importantísima etapa en la vida de Caravaggio quería comentaros.
En Malta pasaron muchas cosas y en muy poco tiempo. Su vida siempre fue acelerada, pero en este tiempo parecía que iba a reacción.

Este cuadro y el ambiente maltés que caravaggio pudo vivir, me obligó a trasladarme a Malta. Roberto Longhi, el gran profesor del relanzamiento caravaggista llamó a la obra “El cuadro del siglo”. Yo había visto y conocía perfectamente el cuadro por la bibliografía, pero, como suele ocurrir, cambia mucho verlo en su sitio y en todo su esplendor. Cambia nuestra comprensión del mismo y cambia nuestra percepción sobre su importancia. Pero hablaremos más sobre el cuadro después, ahora, necesito transmitirles unos pocos datos de forma esquemática para que puedan comprender lo ocurrido en Malta con Caravaggio.
Caravaggio se encontraba en Nápoles huido de la justicia papal por la muerte en Roma de R. Tomassonni, y allí, pese a que los asuntos de la paintura no le iban mal, decidió que debía ir a Malta ¿Por qué? Por varias razones[4], como suele ocurrir. No por una sola.
Malta una isla en el límite fronterizo cristiano era un lugar duro y peligroso, cercano a fuerzas islámicas que podían ponerse en pie de guerra en cualquier momento. Malta que fue una posesión española proviniente de la corona de Aragón, y fue donada por Carlos V a los caballeros de la Orden de Malta, a cambio de la renta de un halcón anual. Estos caballeros con su cruz característica, eran una orden religiosa-militar encargada de la vigilancia y en su caso castigo de cualquier amenaza mora contra la fe cristiana[5]. Eran valerosos caballeros, un cuerpo de elite militar, conformado por hombres y jóvenes nobles de la Europa católica llegados a la isla para labrarse un futuro de heroísmo prestando servicios militares y religiosos. Organizados en una gran jerarquía en cuya cúspide estaba el Gran Maestre y al que se le debía tener total obediencia. Tenían sus propios códigos y reglamentos, pero había una norma muy especial y de gran importancia en lo que a nosotros incumbe: Ningún miembro de la Orden podía abandonar Malta sin permiso del Gran Maestre. Eso conllevaba un castigo severo, tal como la cárcel.
Fortificaciones, honor, armamento, jerarquía, peligro, religión, ambiente todo muy masculino. Era una especie de legión extranjera en la que haber matado a un hombre podía no ser visto con tanta carga culpa como en una ciudad como Roma o Nápoles, máxime si el homicida era alguien en ese momento totalmente comprometido en el servicio a las armas y en la defensa de la fe cristiana. Esto por un lado interesaba a Caravaggio, por otro lado ponía mar de por medio a cualquier intento de venganza directa de la familia de Tomassoni, al mismo tiempo que Caravaggio frecuentaba nuevos amigos y también poderosos señores capaces de ayudarle como pintor e incluso con las armas. Otra de las causas es que es muy posible que fuera así aconsejado por su protectora Constanza Colonna, cuyo hijo Fabricio Sforza Colonna, tenía ya un rango importante dentro de la Orden, y quizá también igualmente aconsejado por algún otro caballero más ya introducido en la orden. Otra de la causas era que en Malta a Caravaggio no le habrían de faltar encargos para pintar, y que las recomendaciones y favores ante las más altas jerarquías maltesas no iban a faltarle, llevándole a obtener su cadena de oro como gran pintor, que tanto consideraba que se merecía frente a otros pintores que él consideraba mediocres. Por último, dos ambiciones personales de Caravaggio se verían cumplidas. Su afición a las armas, es decir la lucha, y su aumento en la destreza de las mismas, y por último el ser nombrado caballero con todos los honores y respeto de los demás que eso conllevaba.
Había dos problemas y medio. El medio problema era que Caravaggio no era especialmente religioso, pero eso sin duda se podría obviar siempre que cumpliera con las obligaciones litúrgicas que le impusiera la orden, y así se esperaba de él.  Otro problema, era que debería comunicar el hecho de que había matado a un hombre[6], y eso debía ser simplemente pasado por alto por el Gran Maestre y por el Papa; y el último gran escollo, era que Caravaggio no provenía de buena cuna, y eso implicaba para poder ser nombrado caballero que se debería hacer una excepción y alegar méritos personales muy cualificados que lo justificaran. Por tanto, el problema para el Gran Maestre sería que no podía nombrar a Caravaggio miembro de la Orden y Caballero sin el permiso del Papa y sólo en el grado de “Caballero de Obediencia Magistral”[7] que era el único admisible para un hombre no de familia.
Sintetizando: Caravaggio llega a Malta en junio de 1607 en flotilla capitaneada por Fabricio Sforza Colonna por razones que nos imaginamos, pero que no están documentadas. Allí, al abrigo de sus nuevos protectores,  comienza a pintar haciendo el retrato de cuerpo entero de Alof de Wignacourt[8].
Sigue pintando el Merisi, y parece que agrada mucho su arte[9], por lo que se le encarga para el Oratorio adjunto a la Catedral un cuadro con el tema muy conocido de la decapitación de San Juan Bautista. El cuadro deberá ser descomunal por sus dimensiones[10], y será el “pago” que Caravaggio haga por su solicitud (y en cierto modo invitación también), para el ingreso en la Orden de Malta como Caballero de Obediencia.
Esta Decapitación de San Juan Bautista, en mi modesta opinión, creo que fue pintada en el mismo Oratorio, por razones de índole práctica. El cuadro que está restaurado y a pesar de las siete figuras de tamaño natural que contiene, presenta y da una sensación de fondo amplio, frío, un  patio interior de ejecuciones.
Es el cuadro más teatral que yo haya visto, por sus dimensiones y por su especial entorno en que parece como un escenario de teatro con personajes estáticos[11].
Caravaggio se quiso esmerar en esta composición, porque en esa magna estancia se celebraban solemnes actos de la Orden, como era el propio acto de ingreso en la Orden, así también el de Caravaggio.
Veamos el teatral conjunto.[12]
El cuadro que contemplamos refleja ese momento violento sin ambages a los que Caravaggio nos va acostumbrando y que ha de servir para conmover a quien observa el cuadro, y en este caso especialmente a los Caballeros que tienen ante sus ojos al Bautista desangrándose, sacrificio al que ellos llegado el caso tendrán que igualar . Así, San Juan Bautista, a quien ya el verdugo ha cortado con la espada[13] y chorrea la sangre, le va a asestar el último tajo con el cuchillo para separar definitivamente la cabeza del tronco y depositarlo en la bandeja de oro que una joven espera. Esta joven es Salomé[14] por lo que respetuosamente discrepo de Graham-Dixon. Siguiendo con el cuadro vemos a un carcelero dirigiendo la operación a una mujer mayor horrorizada y a dos presos que observan curiosamente entre barrotes. El Bautista es tapado por la cintura con una piel de cordero y un manto rojo. Atención al cuello del que brota la sangre.
 
En esa sangre se encuentra un tanto disimulada la firma de Caravaggio, (único cuadro que firmó), pone “F MichelAn”, donde la F es Fray o hermano junto a Michelangelo.
Añadir que como siempre los ropajes no son la época en que sucede la acción, sino de cuando se pinta el cuadro.
El 14 de julio del año 1608 Caravaggio consiguió uno de sus sueños, ser investido Caballero. También allí conseguiría su cadena de oro por excelencia en la pintura y según refiere Bellori le fueron puestos a su disposición dos esclavos (¿?). Caravaggio sabía perfectamente dónde se había metido y cuáles eran las obligaciones de un caballero de la Orden de Malta, incluido la prohibición de salir de la isla sin permiso, así como el castigo que conllevaba esa acción. Otra cosa era que lo asumiera.
En la catedral de la Valletta, un recinto sagrado de oro y obras de arte contiene una copia de otro cuadro importante de Caravaggio este San Jerónimo escribiendo, cuyo original restaurado y con cristal se encuentra actualmente, y a pocos pasos de allí, en el mismo Oratorio que la Decapitación.
El tema de San Jerónimo anacoreta era muy apreciado en la época. El caballero Ippolito Malaspina le encargó este “San Jerónimo escribiendo”:
 
Otro de los cuadros pintados por Caravaggio en Malta.
El modelo del cuadro se ha dicho que podía haber sido el propio Wignacourt, y pese a que el parecido es muy razonable[15] parece ser que no lo es. Yo tampoco lo creo. Quizás le llame la atención esa banda a la derecha con un escudo en la parte inferior: Se trata de lo que parece una puerta con un escudo de armas que incluye los picos de la cruz de malta.
Por otra parte el cuadro contiene todos los elementos propios del tema, esto es crucifijo, calavera que refleja en dónde acaban las vanidades, y una piedra para golpearse como penitencia. Curioso el capelo cardenalicio colgado a la izquierda. La desnudez del santo ya de avanzada edad es característica. El cuadro fue robado en 1985 y tras su recuperación, menos mal,  fue restaurado.
Se tiene constancia de dos cuadros más con San Jerónimo anteriores al de Malta, el San Jerónimo de Monserrat y el de la villa Borghese[16] .
 
Este es el cuadro de Monserrat, que al principio fue atribuido a Ribera (¡!) que quizá sea el menos conocido, (el que más es el de la Borghese), pero que para mi es muy interesante, vean sino la violencia del claroscuro.
Continuaremos con una segunda parte  sobre la estancia de Caravaggio en Malta.
Saludos. J. Luis Cestero Ramos (nobiliano@gmail.com)


[1] Véase el cuadro de este Gran Maestre en la entrada en el blog de fecha 19 Febrero 2.012.
[2] Carta a su encargado en Roma caballero Francesco Lomenelli para comunicar el nombramiento excepcional de dos caballeros más, uno de ellos Caravaggio. Además se ratifica con la carta localizada en el archivo secreto del Vaticano que Francesco dell’Antella, Secretario de Wignacourt remite al Papa en que se habla de Caravaggio en términos de “persona(s) virtuosa(s) y meritoria(s)”.
[3] “membrum putridum et foetidum”, literalmente.
[4] Las razones son deducidas y no constan expresamente en documento alguno.
[5] Cuyo máximo exponente fue su participación en la batalla de Lepanto
[6] No es cierto que los problemas de Caravaggio en Malta vinieran  por ocultar este extremo, pues en la carta remitida al Papa en nombre del Gran Maestre  de 7 de febrero de 1608 se dice, aunque sin nombrar a Caravaggio, “a pesar de que uno de ellos, otra vez en una riña hubiera cometido un homicidio…” Por tanto las autoridades de la Orden sabían perfectamente lo acontecido en Roma.
[7] Había otros grados para caballeros de alta alcurnia como eran los “Caballeros de Justicia”, lo que mencionamos ya, porque Caravaggio hirió de gravedad a uno de estos.
[8] Se sabe que hizo otro retrato de forma oval, del mismo Gran Maestre sentado, pero no  ha sido encontrado.
[9] Caravaggio pintó en Malta los siguientes cuadros según se ha convenido actualmente por los expertos: Dos retratos de Alof de Wignacourt, de los que sólo se conoce uno que está en el museo del Louvre; “La Decapitación de San Juan Bautista”; “San Jerónimo escribiendo”; “Cúpido dormido”, que está en el Palacio Pitti de Florencia y es uno de los pocos cuadros no religiosos de Caravaggio; “Retrato del Caballero Maltés Antonio Martelli” también en el Palacio Pitti de Florencia. Hay algunos otros cuadros que han sido atribuidos a esta época como la “Anunciación” de Nancy; o como un “San Juan Bautista en la fuente”, pero no está aceptado por el momento como original, sólo por copias, y además dudoso de que se pintara en este período maltés.
[10] Mide 3’61 m por 5´20 m y debería estar terminado para el 29 de agosto de 1.608.
[11] Escenario al que por cierto, uno no se puede acercar, ni siquiera se puede fotografiar sin flash, siguiendo la  costumbre ya bastante generalizada,  de algunos  museos, de que pese a haber pagado una entrada, no se deja fotografiar nada, no siendo posible llevarse un recuerdo, y de alguna manera, se “invita” a comprar en la “librería” del museo de turno. Lamentable.
[12] Magnífica foto tomada de Wikimedia Commons, Autor: Hamelin de Guettelet.
[13] Véase  la entrada en el blog de fecha 29 de diciembre de 2-010-
[14] No estoy de acuerdo con Andrew Graham-Dixon cuando en su reciente y gran biografia “Caravaggio-Una vida sagrada y profana” opina en p. 400 y llamada 62, que la joven es una sirvienta porque va vestida de esa forma. No puedo estar de acuerdo porque, al margen de que la historia exige la presencia de Salomé que hará el regalo a Herodias, es que si nos fijamos en la manga derecha de la joven se ve un ribete dorado impropio de una sirvienta. Es muy posible que al ser pintado el retablo en el Oratorio, (cosa en la que el autor probablemente discrepa), la joven y sus mejores ropajes fuera todo lo que pudiera encontrar Caravaggio para pintarla del natural, no siendo esta vez posible, por razones obvias, utilizar de modelo una puta con suntuosas ropas y meterla en el Oratorio, como hacía en Roma. Parece claro que en este cuadro no quiso ser provocador.
[15] Puede verse la entrada en el blog de fecha 19 Febrero 2.012
[16] Comentaremos sobre este cuadro un poco más extensamente en una próxima ocasión. 

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