Eran como las 13 horas de un sábado en el Museo de Louvre de Paris. Hora punta de visitantes. La sala es ancha y larga. A ambos lados excelentísimos cuadros, obras maestras. Uno tras otro. Todos los cuadros de autores italianos. Muchos de los visitantes ya habían cumplido su objetivo principal, habían visto y fotografiado la “Gioconda”. Otro de los cuadros que más tumulto propiciaban era “La Virgen de Las Rocas” también de Leonardo da Vinci. En esa misma sala un cuadro no suscitaba especial interés, cuando llegué a él no había nadie. Quizá el público ya estaba un poco saturado de imágenes que sobrecogen. Sin embargo el cuadro al que he llegado es uno de los importantes de la historia de la pintura. El cuadro en cuestión es este:
Se titula “La muerte de la Virgen” de Caravaggio. Como suelo recomendar, tómense su tiempo para observarlo con detenimiento, no menos de un minuto. Es un cuadro con mucho contenido. Es una obra maestra, fue algo especial en su tiempo…y tiene su misterio.
Daré unos cuantos datos imprescindibles para poder comentar el cuadro, y unas pocas impresiones personales que quiero compartir.
Este cuadro fue encargado a Caravaggio para la Iglesia romana de Santa Maria della Scala en 1.601. Esto se sabe seguro porque el contrato fue encontrado. El comprador era un señor, por supuesto adinerado, llamado Cherubini, si bien la iglesia estaba regentada por los religiosos de la orden de los Carmelitas Descalzos, a quienes el comprador lo iba a poner en sus manos. Es un cuadro bastante grande como para un altar central de una capilla (mide 3’69 m. x 2’45 m.). Sin embargo, y por razones no claras, y pese a que Caravaggio trabajaba rápido, el cuadro no fue terminado hasta bastante más tarde, en 1.605 (aunque esto tampoco está claro), cuando lo contratado era que debía estar terminado un año más tarde (1.602). Caravaggio cobró 50 escudos antes de empezar y se dejó el precio final en función de la valoración por un experto. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué esa tardanza? La respuesta es difícil y seguramente fueron varias las razones porque sabemos que Caravaggio tuvo varios encargos en esos años, sabemos también que se montó un lío monumental con Caravaggio y el cuadro encargado por Cherubini, y no es fácil de explicar; y porque además incidieron otros factores ajenos al cuadro pero directamente relacionados con la vida de Caravaggio. Lo crean o no, el cuadro fue rechazado, y probablemente no llegó a estar nunca en el lugar para el que estaba destinado. Pero volvamos al principio.
Se le encargó un tema no nuevo, pero poco visto: La muerte o tránsito de la Virgen. Esto significa en las creencias católicas que en el momento de la muerte de la madre de Jesucristo, de forma milagrosa, aparecen los apóstoles en los momentos anteriores a la transición de la Virgen al reino de los cielos.
Caravaggio concibió una escena auténticamente luctuosa, cuando hasta entonces el tema se había tratado como una suerte de apoteosis mística y gloriosa, pero poco creíble. Nos presenta una estancia en penumbra. La luz entra por una ventana que no se ve, y forma un foco que ilumina fundamentalmente las cabezas de los apóstoles, se centra en la figura de la Virgen, y se abre hacia María Magdalena que solloza. La Virgen acaba de morir. Observen el telón rojo que casi ocupa medio cuadro. Ese telón marca la diferencia entre una concepción de la pintura como imaginería y un naturalismo conmovedor como no se había visto hasta entonces. El cuadro pretende conmovernos con un escenario real y no con nubes, angelitos, trompetas y pamplinas. Pero como digo, el cuadro fue rechazado, y los motivos difieren un tanto según el biógrafo que se lea. Así, Mancini dijo que había sido rechazado porque la Virgen había sido pintada retratando a una prostituta, sin embargo, su biógrafo-enemigo Baglione señala que el cuadro fue rechazado porque no cumplía los parámetros de decoro exigibles por los Carmelitas, especificando la falta de decoro que suponían ese cuerpo hinchado y la desnudez de las piernas (lo que no deja de ser exagerado visto desde nuestro días, pues solo se ven los pies, los tobillos y un poco de las piernas). Los demás biógrafos no estuvieron en aquel momento y no conocieron los hechos en la época, por lo que a su testimonio no le concedo especial valor.
Dos preguntas surgen de súbito a la mente ¿Quién es la mujer que hace de la Virgen en el cuadro? Y ¿Era esa mujer una prostituta?
No me detendré en la mujer que solloza, y que representa a María Magdalena, pues Caravaggio inteligentemente le hace que se tape la cara llorando para no robar un ápice de protagonismo a la Virgen yaciente. Así que si Caravaggio no quería que nos fijáramos mucho en esa figura, yo tampoco lo haré.
¿Quién es la mujer que hace de la Virgen en el cuadro?
Detalle de la cabeza en posición vertical.
Algunos creemos que esa mujer todavía joven, era Lena. Una mujer que había sido pintada como Virgen en, al menos, en dos cuadros más de Caravaggio: la Virgen de los Peregrinos, y La Virgen de los Palafreneros. Vean estos detalles de la cara de la Virgen en ambos cuadros. El parecido es más que razonable.
Vayamos directamente al grano ¿Quién era esa mujer que hemos llamado Lena? Y directamente …¿Era Lena una puta? Contestando ya a la segunda cuestión, yo creo que no, que Lena no fue una puta. Lena ha sido identificada por algunos autores como Maddalena di Paolo Antognetti, registrada como prostituta, pero para empezar el nombre de Magdalena era un nombre muy común y normal en esa época en Roma. Por otra parte, no se nos explica con claridad porqué sí coincide esa Lena con esos apellidos. La autora H. Langson dice que no lo es, pero no tenemos la suerte tampoco de que nos explique el porqué. Otros autores dicen que sí lo es. En mi opinión un suceso de orden criminal relacionado con Caravaggio, y tangencialmente con Lena, me hace pensar que no se trata de la misma persona, y que la mujer llamada Lena no era una prostituta. Así aprovecho, y les cuento brevemente algún suceso más de la vida de Caravaggio.
Sucede que un 29 de julio de 1.605, un funcionario llamado Mariano Pasqualone declaraba con urgencia ante la sede de la autoridad judicial de Roma, que en esa misma tarde-noche mientras paseaba cerca del Palacio del embajador español junto con otro amigo llamado Galeazzo, recibió un fuerte golpe en la parte de atrás de la cabeza que le hizo caer al suelo, y manifiesta que el autor de dicho golpe había sido Michelangelo de Caravaggio, como consecuencia de una discusión anterior que habían tenido por una joven llamada Lena. Y añade, (y esta es la afirmación a la que yo doy una gran importancia), “Es la chica de Michelangelo”. Después pidió permiso para retirarse y curarse de sus heridas porque la declaración fue inmediata a la agresión. Tras estos hechos Caravaggio tuvo que fugarse, y en serio porque iban a por él, a Genova. El golpe propinado había sido tan fuerte, ( usando espada corta, o quizá un cuchillo o un hacha pequeña), que pudo haber matado a este Mariano Pasqualone.
“Es la chica de Michelangelo”; reparen en la frase. Denota una situación personal de hecho entre Lena y Caravaggio. ¿Cuál fue el motivo de esa violencia?
El motivo venía de atrás y es sencillo de entender: A Pasquelone le gustaba Lena y la pretendía como esposa. Eso contaba un tal Passeri bastantes años después. Lena era una mujer que vivía con su madre a la que por su belleza Caravaggio, que necesitaba modelo para hacer de la Virgen, habría echado el ojo, y a cambio de una cantidad le convenció para posar para él. Es muy probable que Caravaggio tuviera una relación personal con esa mujer, lo que dejaría en mal lugar la teoría de la homosexualidad completa de Caravaggio. El amigo Pasqualone no desaprovechó la ocasión de decirle a la madre de Lena, que su hija estaba yendo a casa de un “hombre maldito y excomulgado”, un pintor de mala reputación, y que, claro, haría mucho mejor en permitir que él se casara con ella. Cuando Caravaggio se enteró de esto el Pasqualone y Caravaggio tuvieron unas “palabras”, pero la cosa en aquel momento no llegó a más porque Pasqualone no iba armado, pero en aquella tarde-noche de julio a Caravaggio se le debió subir la sangre a la cabeza, y pensó que si bien no podría batirse con el notario-funcionario, sí que podría meterle una buena hostia, pero lo hizo por la espalda y embozado en una capa. Cosa muy poco elegante, por cierto.
Otros autores como Robb por ejemplo, tienen otra explicación sobre Lena, plausible, y muy interesante, pero que no me la creo.
El asunto es que yo pienso que si Baglione que estaba en ese momento en Roma, y que odiaba a Caravaggio, (y era odiado por él), hubiera tenido la oportunidad de desacreditar a Caravaggio en su biografía diciendo que la Virgen del cuadro “La muerte de la Virgen” era una prostituta, lo hubiera hecho, y no lo hizo. Para ser honesto se debe decir que Mancini sí que lo dice, pero es posible que se equivocase, porque Caravaggio no era tonto, y sabía que no podía poner a una prostituta como la Virgen en cuadros para iglesia, no una sino tres veces!
Por otra parte, si el funcionario-notario Pasqualone pretendía a esa mujer, no es lógico pensar que alguien de su posición estuviera pretendiendo a una prostituta, y además hablará con la madre de ella. ¿Les parece lógico pensar que un Señor de buena posición de primeros del S XVII hablase con la mamá de una puta para desacreditar a su “pareja” y ganar puntos para casarse con ella? Eso no parece lógico, salvo en el detalle fundamental de que la hija de esa mamá no era una puta.
El asunto del notario-funcionario Pasqualone terminó con un acuerdo con contrato escrito, a modo de acto de conciliación, negociado seguro por mediadores de Caravaggio. Por ese contrato Pasqualone reconocía que había insultado a Caravaggio; Caravaggio reconocía que había golpeado a Pasqualone, y le pedía perdón; además reconocía que Pasqualone si hubiera tenido oportunidad y con una espada se hubiera defendido con firmeza frente a Caravaggio (cuestiones de salvaguarda del honor). Tras esto, Caravaggio pudo volver a Roma desde Genova el 26 de agosto….y nada más llegar se metió en otro lío. Pero lo dejamos aquí.
Todo esto siempre dicho y sujeto a constante revisión. No olvidemos que son cosas que ocurrieron hace más de cuatrocientos años y nadie tiene la verdad absoluta.
Volvamos al cuadro y recapitulemos. El cuadro con la Virgen yaciente es la imagen de Lena, una mujer con la que Caravaggio muy probablemente tuvo una relación personal que no pudo fraguar por el volcánico carácter de Caravaggio. No obstante, Lena yo creo que no era una prostituta.
¿Por qué entonces el cuadro fue rechazado? Porque atentaba contra el decoro. Es decir no era ideológicamente asumible para una iglesia, desde el punto de vista de aquellos católicos de la contrarreforma, determinadas proposiciones que hace el cuadro. Ese telón del que ya he hablado y que ocupa medio cuadro, no ensalza la gloria, nos lleva a una estancia un tanto lóbrega, nos lleva a un naturalismo incipiente, que no se comprendía en aquel momento; esos apóstoles llorosos; esa Virgen con belleza, pero con palidez mortecina; esa Virgen con el brazo izquierdo extendido que recuerda vagamente la crucifixión, y ese vientre hinchado –que a mi la primera vez que vi la lámina me pareció que estaba embarazada (¡!) ¿tendrá eso un mensaje oculto? Es lo que me parece más extraño del cuadro; esos pies descubiertos en penumbra, eso no podía ser del gusto de los padres que iban a ser depositarios del cuadro y que debían guardarle veneración.
Esto lo comprenderemos mejor si avanzamos un poco en los acontecimientos. El cuadro fue rechazado, como digo, y se le hizo el mismo encargo a otro pintor de Roma, que era caravaggista hasta la médula. Este pintor era Carlo Saraceni, (para mayor información sobre Carlo Saraceni véase la entrada de fecha 28-Febrero-2011).
Saraceni pintó un cuadro diferente a Caravaggio, con una Virgen en el centro rodeada de apóstoles, ¡pero no en la cama sino sentada!, ¡y ni siquiera está muerta!, está viva, con las manos en oración y mirando hacia arriba. El fondo es de un templo bastante oscuro. Seguramente fue este fondo el que no debió tampoco gustar, porque el cuadro de Saraceni también fue rechazado. Pero al menos le dieron otra oportunidad.
Y ahora sí, miren la diferencia en el segundo intento de Saraceni:
Aquí ya vemos nubes, y celestiales angelitos tocando instrumentos. Este cuadro sí que fue aceptado.
¿Ven como en el fondo no era un problema de prostitutas?
¿Qué pasó en definitiva con ese cuadro hasta llegar al Louvre?
Pues que tras su rechazo se corrió la voz de que era un cuadro excelente, y pese a que estaba bajo llave, y que ya Caravaggio se había fugado tras la muerte de Ranuccio Tomassoni (ver la entrada de 28 Enero 2.011), se expuso durante una semana para que todos los aficionados y pintores de la ciudad lo pudieran ver. El cuadro causó gran impresión por sus innovaciones especialmente entre los entendidos.
El Sr. Cherubini quiso recuperar todo su dinero. El cuadro salió a la venta. Mancini, cosa curiosa, quiso hacerse con el cuadro, y al parecer tenía apalabrada la compra, pero Rubens que estaba al quite, que de esto entendía, y que tenía amigos con mucho más dinero, se llevó en definitiva el cuadro para propiedad de Vincenzo I Gonzaga, después, tras muchas vicisitudes, compras y ventas, llegó a la colección del Rey Luis XIV de Francia, estuvo en Versalles, y tras la Revolución francesa al Louvre.
Aquí el autor de estas líneas que modestamente comparto con Vds. con el cuadro que nos ocupa en el día de hoy.
La visión detenida en directo del cuadro me produjo una sensación de turbiedad mayor que al ver las láminas. Es como si estuviéramos en esa estancia en una especie de sueño. Siempre la iluminación del cuadro y la que nos rodea, es muy importante cuando vemos un cuadro. Me impactó la cara pálida de la Virgen, ciertamente muy pálida, más de lo que imaginaba.
Por todas sus innovaciones formales, por su naturalismo que paradójicamente nos lleva a visiones oníricas, por su atrevimiento temático, que le llevaba incluso a conflictos y problemas de todo tipo, por todos los misterios en torno a su figura, y por la interminable controversia en torno a su personaje, hacen que Caravaggio sea para mí el pintor más interesante de la historia, sin que eso, por supuesto, desmerezca a ningún otro.
En conclusión hay base sólida para pensar en una heterosexualidad de Caravaggio.
Hasta pronto. José Luis Cestero (nobiliano@gmail.com)
Estoy casi seguro que tienes que conocer esta página, pero por si se diera la causalidad de que no la conoces, te la recomiendo
ResponderEliminarhttp://caravaggio.com
Respecto a la dormición de la virgen en esta página de la misma web se puede encontrar un comentario del cuadro y sobre todo imagenes de los cuadros de Saraceni por si a alguien le interesa comparar.
http://caravaggio.com/preview/database/index.php?id=000068
Una página magnífica la tuya. Felicidades.