domingo, 10 de abril de 2011

Tras las pistas del Caravaggio: su vida en Roma y su técnica (parte II)


 
Retrato de Caravaggio de 1617, (Caravaggio murió en 1.610), de autor anónimo, e inspirado en el retrato realizado en vida del genio por O. Leoni.
        Continuamos indagando un poco en la técnica de Caravaggio, motivados por la exposición romana “La botegga del genio” celebrada en el magno marco del Palazzo Venezia de Roma.
 
La cámara oscura  es un instrumento por el cual se consigue una proyección de un objeto. Esto es, si tenemos una sala cerrada, totalmente oscura y hacemos un pequeño agujero en ella, un objeto que esté en el sitio justo enfrente del exterior, y estuviera debidamente iluminado, produciría  que en la pared opuesta de la cámara, se proyectara una imagen, pero esa imagen se proyectará invertida. La cámara oscura es el principio de la fotografía.
La nitidez de la imagen depende de varios factores, pero es muy importante el tamaño de la abertura del agujero.
Esto se conoció desde la antigüedad, probablemente por pura casualidad, aunque no era del dominio público. Lo sabían muy pocos. Leonardo da Vinci ya describió e investigó este fenómeno en el siglo XV.
La cámara oscura es uno de  los artefactos con los que se especula que pudo ayudarse Caravaggio.
Cierto es que la cámara oscura fue a través del tiempo investigada y mejorada, y es probable que Caravaggio conociera a un filósofo y físico contemporáneo llamado Giovan Battista Della Porta, o al menos su obra, en que habla de la utilización de los espejos, y cuya mayor aportación a la teoría, fue que si en dicho agujero de la cámara ponemos una lente tipo lupa (biconvexa), se gana una gran nitidez y luminosidad de la imagen proyectada.
Durante los siglos XVII y XVIII, la cámara oscura se fue mejorando y llegó incluso a haber modelos portátiles para pintores.
Al parecer la cámara oscura la usaron Durero, (que es bastante anterior a Caravaggio; de 1421-1528), y Veermer –el del famoso cuadro “La joven de la Perla”, que es posterior a Caravaggio, 1632-1675),   o Canaletto, y otros.
El problema principal, al margen de la calidad de la imagen en la cámara oscura, es que al entrar invertida dificulta mucho el trabajo al pintor, para poderla trasladar al lienzo.
¿Qué tal si para resolver eso, lográramos que no fuera preciso dibujar el contorno, sino que la imagen se plasmara en el lienzo cuando la luz entrase e incidiese en alguna sustancia que fuera fotosensible? Así, hay estudiosos como la profesora Roberta Lapucci que han investigado este apasionante asunto y dicen que es muy razonable pensar que Caravaggio pudiera utilizar sustancias químicas sensibles a la luz  que le ayudarán en la fijación primera de la imagen en los cuadros. Unas de esas sustancias podría ser el plomo y el mercurio, metales pesados, de cuya toxicidad no tenían ni idea en aquella época, y que no sería raro que por causa de su utilización incontrolada, el Caravaggio adquiriera, o empeorara, una enfermedad nerviosa o mental. Esto es una teoría muy aguda, porque el Caravaggio, en mi opinión, a medida que avanza su vida, parece sufrir un progresivo deterioro mental.

¿Puede esto llevarnos a pensar que Caravaggio era una especie de fotógrafo? Los que piensen que sí, que intenten pintar un cuadro como Caravaggio con estas cosas…a ver lo que les sale.
Las proyecciones son una referencia, una ayuda, una forma de ganar tiempo para el pintor en su afán por imitar lo natural. Caravaggio no era un fotógrafo, porque para empezar no podía técnicamente serlo, y porque nada podía sustituir en el fondo la mano del pintor.

Hay sin embargo, algo de lo que se está seguro: son las llamadas “incisioni”. Esas llamadas “incisioni” eran unos pequeños surcos que Caravaggio hizo en algunos cuadros, probablemente con el mango del pincel, y que al parecer, daban al genio algunas referencias en la obra, que a él, por diversos motivos le interesaban.
En el impactante cuadro de Judith y Olofernes (véase la entrada de fecha 29-12-2010 donde hablo de este cuadro), existen esas incisioni, y algunas de ellas las he podido ver yo mismo, porque he podido acercarme lo suficiente al cuadro. Así por ejemplo, en el brazo izquierdo y derecho de Judith y en el codo del brazo derecho de Olofernes y en la cabeza, hay incisioni. Yo creo, que en general, estas señales le servían para fijar en el lienzo, (o en la madera, cuando pintaba en madera), algunas señales que le dieran referencia para continuar la sesión, marcando en el fondo oscuro o grisalla, determinados elementos de la composición para después continuar, porque, lo que está claro, es que esas líneas no son dibujos.
En la exposición “Una vita dal vero” se hace un recorrido por los años romanos de Caravaggio, a través de la muestra de documentos originales que demuestran la intensa vida del pintor, llena de contrastes, tal y como era él, que podía estar en los diálogos sobre arte, y la belleza, que eran frecuentes en el palacio del Cardenal del Monte, o estar inmerso en altercados callejeros de baja estofa.
 La exposición se encuentra en una gran biblioteca, alta y con una inmensa cantidad de libros y legajos, bonito lugar pues para la exposición. Los documentos se encuentran lógicamente protegidos en vitrinas, y hay paneles explicativos. Además, se hace una exposición de cuadros de pintores de esa misma época. Los cuadros están bien iluminados, y permiten tomar fotos sin flash, lo cual es siempre de agradecer. Hay un libro editado al efecto que me pareció muy bueno, pero un tanto caro, de hecho no lo compró nadie en el grupo de visitantes que esperaba la hora de nuestra entrada. Se accedía por turnos para evitar aglomeraciones y escuchar a una guía, aunque yo pasé de este último servicio.

 
Aquí podemos ver el retrato que del Papa Clemente VIII hizo Giuseppe de Cesari, conocido por el sobrenombre de Cavaliere d’Arpino, el pintor  favorito de ese Papa, y comercialmente más importante de Roma en aquel momento. Para este pintor trabajó Caravaggio durante algún tiempo, después hubo una profunda enemistad entre ambos. A mi me gustó bastante el retrato hecho por Cesari.
También había cuadros de Annibale Carracci, excelentísimo pintor a quien Caravaggio consideraba bien, y parece que también Carraci consideraba bien a Caravaggio, aunque no siguiera su estilo.
Estaba la segunda versión del cuadro de G. Baglione “Amor sacro y amor profano” de 1602, la primera versión está en Berlín, (véase mi entrada de fecha 18-12-2010 en la que explico la historia de lucha por este concepto artístico). Esta segunda versión yo no la había visto, y es un atractivo de la exposición.
 
El cuadro representa a un ángel, esta vez sin coraza, con pieles. Abajo, a la izquierda, hay un demonio cuya cara se parece a la de Caravaggio. No me extraña. Seguramente no es una casualidad. Al margen de la temática que ofrece el autor, Baglione, y de su interpretación e imitación del claroscuro, el cuadro al natural, me dio una sensación de pesadez mayor que en fotografía. No obstante me resultó curioso verlo, tanto más porque no lo esperaba.
También había cuadros de O. Gentileschi, de Guido Reni de Cecco del Caravaggio y otros.

El broche final es el retrato del Papa Pablo V Borghese, datado en 1605. El cuadro está totalmente limpio y restaurado. Han salido unos colores preciosos. Es un cuadro de retrato oficial, sin ninguna innovación. Es bastante grande 203 x 119 cm. El retrato no se exhibía al gran público desde 1911. A mí me gusta, la expresión: es poderosa, pero no amenazante, está mirando al observador, como si nos estuviera escuchando. Es lo mejor para mi del cuadro, junto con el fondo, con esa división claro-oscuro que le da magnificencia. No obstante, la autoría del cuadro es un tanto controvertida entre los especialistas. Yo diría que sí es de Caravaggio. Bueno, en los próximos años los expertos dirán si debe ser definitivamente incluido en el catálogo de la obra de Caravaggio. Por cierto, este será el Papa que se verá obligado al año siguiente, a firmar la sentencia de muerte de Caravaggio, que estaba fugado, por causa de un homicidio, y el mismo Papa que le hubiera otorgado el perdón de su delito si Caravaggio hubiera podido llegar a Roma en aquél verano de 1.610 … Qué fuerte!
Un saludo.
José Luis Cestero (nobiliano@gmail.com)







1 comentario:

  1. Conocimiento Secreto, Hockney plantea que los Maestros Antiguos utilizaron la técnica de la Cámara oscura que proyectaba imágenes sobre la superficie que se deseaba pintar. Hockney argumenta que esta técnica migro gradualmente a Italia y a Europa, y es la explicación para el estilo fotográfico de las pinturas del Renacimiento y de periodos posteriores. El publicó sus conclusiones en el libro "Secret Knowledge: Rediscovering the Lost Techniques of the Old Masters", en el 2001
    Es interesante el libro, asequible, choca con su hipótesis en el tamaño de los cuadros que se podrían hacer con la cámara oscura
    Básico Rodríguez

    ResponderEliminar