domingo, 3 de abril de 2011

TRAS LAS PISTAS DEL CARAVAGGIO: SU VIDA EN ROMA Y SU TECNICA (PARTE I)

Tras  las pistas del Caravaggio: su vida en Roma y su técnica (parte I)
Recientemente he estado en Roma, una vez más, tras las huellas del Caravaggio y de los caravaggistas. La "culpa" en esta ocasión la tiene Enrique, un amigo de Córdoba (Argentina), que raudo y veloz me avisó de una exposición inusual. Se trataba de “Caravaggio: La Bottega del genio”; donde se pretendía mostrar una aproximación a cómo sería el estudio de pintura del Caravaggio, con sus técnicas y trucos. Poco después se anunció otra exposición también en Roma y también inusual, “Caravaggio a Roma: Una vita dal vero”; se trataría, en este caso, de reconstruir la vida del Caravaggio en base a la muestra de documentos originales del archivo del “Stato di Roma”. El plato fuerte era la muestra al gran público de un cuadro de Caravaggio que retrataba al Papa Pablo V, limpio y restaurado, y que no se había exhibido desde hacía muchos años. Si a todo esto, añadimos que yo tenía especial interés por contemplar determinados cuadros, y dejarme sorprender por otros no conocidos, que estaban en la “Galleria Nazionale  d’Arte Antica di Palazzo Barberini”, se podrá comprender que ante tanta tentación lo mejor fuera caer en ella, es decir ir a Roma sin más dilación. Así que agradezco a mi amigo argentino su rápida información y os cuento las impresiones que he sacado. De paso, aprovechemos la ocasión para comentar cosas curiosas de este enigma sin fin que es el caravaggismo.


A la izquierda vista del Palazzo Venezia de Roma donde se celebra la exposición que representa el estudio del pintor.

Ni que decir tiene que lo que voy a contar, como digo, son impresiones, y el resumen resumido del resumen de todo lo que se podría decir, por lo que nada sustituye al hecho de ver las cosas por uno mismo, y por eso, ánimo a todos, a que hagan lo posible por personarse en estas exposiciones, pues todavía están vigentes pero no por mucho tiempo.
Siempre me gusta comenzar por palabras directas de Caravaggio, -las pocas que hay-.
El proceso de 1.603 por difamación contra Caravaggio y otros, a querella de Giovanni Baglione, personaje éste del que ya hemos hablado en otras entradas, fue documentado. Este importantísimo documento judicial y otros que recogen palabras textuales de Caravaggio, se pueden ver en sus legajos originales en la exposición “Una vita dal vero”, que también incluye cuadros de grandes pintores de la época, y como  he dicho la aparición estelar de uno atribuido a Caravaggio, el retrato de Pablo V. La exposición se encuentra en el entorno vetusto del Palacio de Sant´Ivo a la Sapienza, y ha sido una idea de Eugenio Lo Sardo. En la exposición, sólo se puede ver dos páginas de cada uno de los legajos y es difícil entender lo que pone. Eso sí, está todo muy bien presentado y explicado, en una biblioteca grande, muy bien acondicionada para la ocasión. En ese proceso judicial del que hablamos, el funcionario recoge, entre otras, la siguiente manifestación de Caravaggio “…en pintura virtuoso es el que sabe pintar bien e imitar bien las cosas naturales.” Esta es la clave, el fundamento de su pintura, la síntesis en dos palabras, pintar bien y del natural, o sea, técnica y del natural. Caravaggio pintaba del natural. En su pensamiento nada es mejor que lo natural, no hay mejores colores o escenarios posibles para él. . El pintor pinta lo que está ante sus ojos, sin ninguna intermediación, ni dibujos preparatorios, ni esquemas, ni apuntes.

Recordemos una vez más, la obviedad de la importancia para los hombres de aquella época, de poder representar la imagen de las cosas, a diferencia de un mundo como el nuestro en que tenemos interiorizados los medios de comunicación, la fotografía en color, la televisión, el cine, etc. Tuvieron suerte aquellos hombres y mujeres de los que, de su paso por este mundo, quedó un retrato pintado, pues la inmensa mayoría no tuvieron esa suerte.
No se conserva de Caravaggio ni un dibujo preparatorio, ni un esquema, ni siquiera una carta autógrafa. Sólo cuadros, y muchos de ellos no está nada claro que los pintara él. Sé, que para cerrar algún contrato debió presentar algún dibujo previo, pero ni se ha conservado, ni creo que el pintor hiciera mucho caso posteriormente de ese preliminar.
Vista del patio interior del edificio de la exposición Sant’Ivo a la Sapienza.

La confirmación del naturalismo viene dada, entre otras fuentes, porque K. Van Mander, coetáneo de Caravaggio, escribía ya en 1.603: “De hecho él (Caravaggio) dice que todas ellas (las obras de pintura), no son más que bagatelas, niñerías o bobadas –quien quiera que las haya pintado-, si estas no se hacen desde la realidad, y que no puede haber nada más bueno o mejor que seguir a la naturaleza”.
Ahora bien este principio tan radical tiene sus matices, el principal de ellos es que Caravaggio, elegía lo natural, él manipulaba a su antojo lo natural. No era pintor que saliera con el caballete a pintar un paisaje al campo. El buscaba sus modelos, sus personajes, diseñaba sus escenas, las poses, decidía la intensidad de la luz, y sobretodo las sombras. Utilizaba instrumentos, trucos, espejos, etc. Y el lugar donde se fraguaba todo eso era en su estudio (la bottega).

La exposición es original y atrevida. Una idea de Rossella Vodret. Se pueden tomar fotos sin “flash”, lo cual es siempre de agradecer. La exposición nos da unas pistas muy plásticas sobre qué técnicas pudo usar el Caravaggio.
Es muy posible que Caravaggio usara con frecuencia espejo para pintar, como ejemplo más notorio su autorretrato como Baco enfermo, uno de sus primeros cuadros conocidos. No es un cuadro muy grande, y se encuentra en la Galleria Borghese de Roma.


Creo que la técnica más y mejor empleada por Caravaggio fue la de la proyección en estancia oscura. Es decir, Caravaggio buscaba una pequeña ventana o agujero en el techo o parte alta, estando el resto de la estancia oscura, así cuando las condiciones del sol y la luz eran adecuadas conseguía un efecto de foco, que al incidir en los modelos en la oscuridad producía violentos contrastes de luces y sombras. La escena podía ser recogida en un espejo grande acertadamente ubicado. Ni que decir tiene, que los modelos debían pasarse horas posando y lo más quietos  posible, por lo que por lo general debían ser amigos del pintor, o estar pagados. El cuadro, por tanto, suponía no sólo una logística, también tenía un coste económico, de ahí que en los contratos, con frecuencia, se estipularan adelantos de dinero sobre el precio final. El Caravaggio se situaba con el lienzo o la tabla con la luz justa en semipenumbra y pintaba viendo el espejo que encuadraba la imagen. ¿Complicado no?
Esta maravilla de cuadro de Caravaggio se titula Marta y Magdalena,  o la Conversión de Magdalena, y se encuentra en el Instituto de Arte de Detroit.
En septiembre de 1.605 (un año complicado para Caravaggio), Dª Prudencia Bruna, casera de Caravaggio, le denuncia por lanzarle pedradas a su ventana. Tan salvaje reacción, traía causa porque mientras Caravaggio estuvo ausente de Roma, por haber herido a un hombre, la señora, había promovido su desahucio de su casa-estudio alquilada por falta de pago de las rentas de cuatro meses. En la denuncia la Sra. Bruna añade “teniéndome que pagar el alquiler de cuatro meses, y un techo mío de dicha casa que él rompió”. Está bastante clara la razón de que el techo estuviera roto. Es más, el día 2 de agosto de ese año, se hizo un inventario de bienes de la casa de Caravaggio y entre los objetos que se encontraban en su habitación se inventarió “un espejo grande” y un “escudo de espejo”. Y el documento  de este dato importante se refleja en las dos exposiciones. Veamos aquí una foto del original.

Observemos ahora el detalle de la entrada de luz del techo reflejada en el cuadro de Marta y Magdalena.

Aquí puede verse la recreación de la sala de su taller donde están los espejos y algunos otros utensilios que aparecen en diversos cuadros.
Interesantísimas ambas exposiciones. Bueno, lo dejo aquí para una segunda parte, para que no digan que lo hago muy largo.
Saludos, José Luis.
(nobiliano@gmail.com)

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