sábado, 18 de febrero de 2012

CARAVAGGIO: EL PRENDIMIENTO. CARAVAGGISTAS: DIRK VAN BABUREN Y GERARD SEGHERS




Beso traicionero, soldados, empujones, violencia, gritos, huidas, alguien ilumina la dramática escena… Alto.No se muevan. Estamos ante una detención en toda regla. El detenido es Jesucristo. El pintor que ha reflejado la historia es Michelangelo Merisi, el Caravaggio. No hay una versión mejor de otros autores. Esa es mi opinión. Bueno, en realidad ni siquiera hay tantas versiones de estos hechos como pudiera pensarse.
Tras la Última Cena, Jesús se retira a orar en el huerto, Él sabe los acontecimientos que inexorablemente se van a producir. Ha comenzado el proceso llamado La Pasión de Jesucristo. Se ha dado orden de detención contra Jesús, y se va a ejecutar. Como es hora nocturna en el huerto no hay luz, (terreno un poco difícil para Caravaggio, pero que lo solucionará fácilmente), se necesita para el drama luz artificial. Los soldados están preparados. La señal para actuar es un beso que Judas, el discípulo traidor Judas, dará a Jesús, señal inequívoca para lo soldados sobre el sujeto que ha de ser detenido. Algún seguidor de Jesús tratará de defenderlo de forma muy humana con la espada en la mano, el llamado Juan, será en vano, también huirá, pues todo ya estaba escrito.
El cuadro de 133 x169’5 cm. titulado “El Prendimiento”, fue pintado en 1.602 para un aristócrata y acaudalado señor romano llamado Ciriaco Mattei, cuando Caravaggio estuvo residiendo en el palacio de su hermano el cardenal Girolamo Mattei. El cuadro se conserva en Dublín, Galería Nacional de Irlanda.
Observen la visión general del cuadro. Su movimiento. Su dinámica. El Judas no sólo ha besado a Jesús, lo ha asido por el hombro, y el soldado le ha lanzado el brazo izquierdo para agarrarlo, de tal forma que esas fuerzas lo empujan hacia la izquierda. Esa tendencia es remarcada por la figura de San Juan, que huye despavorido saliendo del cuadro por la izquierda, con la curiosísima visión, de que su manto rojo se hincha en el aire, en el arco que forma las manos de los soldados, que ya la han agarrado, para detenerlo a él también, y el movimiento de su huida.
Los seguidores de este blog ya habrán notado, como en otros cuadros comentados de Caravaggio, que los soldados son contemporáneos de Caravaggio y no del tiempo de los romanos. Eso tenía por objeto acercar la conciencia del suceso al tiempo presente, y además, pintar las corazas de ese tiempo, era más fácil de conseguir que las de diecisiete siglos antes. Sin embargo, los ropajes de Cristo, Judas y Juan, son de la época. Dos detalles que me llaman la atención son las filigranas en oro iluminadas del casco, y el manto azul de Cristo y de la manga de quien sostiene la candela. El color azul es un color no inédito, pero poco usado por Caravaggio.
En cuanto a las figuras, quisiera remarcar la de Jesucristo: Sus manos están entrelazas, estaba orando, nos lo recuerda el autor, y todo sucede muy rápido, no tiene tiempo de separarlas. Desea transmitirnos la sensación de que lo espiritual es vulnerado por la brutalidad. Por otro lado, Cristo es mostrado como un hombre delgado, físicamente frágil, ojos cerrados, que no opone resistencia, sensible, y con muestra del dolor infinito por lo que ya ha comenzado.
Atención al detalle de las uñas, en especial la del dedo pulgar de quien sostiene la candela, y del dedo pulgar de Judas también. Auméntelo con el zoom. Están negras de suciedad. Estos detalles realistas molestaban mucho a la jerarquía, pero Caravaggio no estaba dispuesto, por lo visto, a omitirlos.
La solución lumínica del cuadro es algo prodigioso. El que lleva la candela no es otro que Caravaggio, autorretratado, mejor que una firma, mucho mejor. Nuevamente participa en el cuadro en representación de todos nosotros.
Es el pecador, el que ayuda en la iluminación, el que coadyuva al crimen, como para recordarnos que si nosotros hubiéramos estado allí también lo habríamos hecho. De alguna manera, nos hace participes del prendimiento. Pero hay algo más. Algo extremadamente sutil. La luz del candil no es suficiente para justificar el reflejo de la luz en las figuras. Por ejemplo, no es posible que la luz destelle en el brazo izquierdo acorazado del soldado. Hay más luces. Alguien que no está pintado va a llegar de forma inminente. Y es que la luz que falta en la escena… la pone usted. Usted “lleva el otro candil” que ilumina el cuadro, y le hace de alguna manera estar presente y participe del injustificable prendimiento.
Esta obra maestra, uno de los cuadros de Caravaggio que más me gustan, fue encontrada en 1.990 –no hace tanto-, después de muchos años “perdida”. ¿Qué les parece? Estaba en la Casa de los Jesuitas de Dublín. El restaurador Sergio Benedetti fue quien redescubrió el cuadro. Las investigadoras Francesca Cappelletti y Laura Testa fueron quienes encontraron la acreditación documental en los archivos de la casa Mattei.
Pero las cosas muchas veces no son fáciles. Otro cuadro igual estaba en Odessa (Ucrania), y allí, ya en 1951 se aseguraba que el cuadro era auténtico de Caravaggio. Hoy en día se considera que es una copia, muy buena si se quiere, pero copia.
No se puede dejar de mencionar que poco después de descubrirse El Prendimiento” de Dublín, aparece otro cuadro más con igual tema y visos de autenticidad en la colección de una antigua familia italiana (Sannini). Pueden ver la versión Odessa y la romana en la página caravaggio.com. Tenemos ya tres cuadros posiblemente auténticos. Este último cuadro es comprado por un anticuario romano y un socio. La obra se limpia y se analiza, y en principio, los expertos afirman que es de la mano de Caravaggio. Tras esto, se desatan una serie de desavenencias entre el anticuario, la antigua familia propietaria, y otros personajes implicados, y el asunto se judicializa. Por el juez, se ordena una peritación a una empresa especializada sobre la autoría del cuadro que arroja el resultado: no es de Caravaggio. No sé a fecha de hoy cómo ha terminado todo esto. Si es que ha terminado. Me gustaría saberlo. Algunos piensan que el auténtico Prendimiento es éste, y no el de Dublín ni el Odessa. Otros piensan que los dos, incluso los tres, son auténticos. La doctrina mayoritaria estaría actualmente en que se tratarían de copias y el único auténtico es el de Dublín. Sea como fuere, el asunto es muy controvertido, porque lo realmente curioso del caso es que esta versión del anticuario romano es más alta y más ancha que la de Dublín, tanto es así, que al apóstol que huye por la parte izquierda en esta versión tiene el brazo casi completo; por otro lado, se ha detectado por rayos “arrepentimientos” que son inusuales en cuadros que son copias. Además, dónde se ha visto que una copia sea más grande y “complete” al original. ¿Pudo haber Caravaggio pintado algunas versiones de su propia mano? Es posible, sin ir más lejos se han aceptado varias versiones del cuadro “Muchacho mordido por un lagarto”, o del “Tañedor de Laud”, tan de moda hoy en España por la visita del gran cuadro al Museo del Prado procedente del Hermitage. También resulta probable que Caravaggio en aquel momento, y ante el innegable éxito de la composición pictórica del Prendimiento, dispusiera de seguidores caravaggistas como Cecco, como Manfredi, u otros copistas ex profeso que pintaran más versiones, usando los mismos o parecidos materiales e incluso con la ayuda del maestro.
Yo no he visto la versión de Odessa ni la romana, salvo en foto, pero sí la de Dublín, que es la que más me gusta y me parece auténtica, no obstante, en temas sobre Caravaggio trae muy poco rédito ser intransigente, y no descarto a las otras versiones como auténticas.
Como digo, el cuadro por su tema y composición tuvo gran éxito a través del tiempo. Se conocen muchas versiones y copias. Yo les ofrezco una muy buena, que está en el Museo del Colegio del Patriarca de Valencia. Autor anónimo. Al parecer la foto fue tomada lateral por causa del fuerte rebote de los focos de la sala en las partes negras del cuadro.


A tenor de esto, aprovecho para presentarles, aunque sea brevemente, a otros caravaggistas. Se trata en primer lugar de Dirk Van Baburen, holandés, nacido en 1595, es decir unos cuatro años más joven que Caravaggio. En aquel entonces los pintores jóvenes, deseaban trasladarse a Roma para perfeccionar sus conocimientos y estilo, con pintores romanos importantes, y poder degustar las magnificas obras de arte que allí había, también descubrían de paso, que había un ambiente cultural muy atractivo, y porque no decirlo, igualmente también “entretenido” en las noches romanas. Dirk se trasladó a Roma sobre 1613, -ya había muerto Caravaggio-, estuvo con su compañero pintor también holandés David de Haen y conocen a Bartolomeo Manfredi que les inyecta el caravaggismo. Dirk pintó un interesante Prendimiento que hoy se encuentra en la Galería Borghese de Roma
y otro en la Fundación Roberto Longhi de Florencia.
 Después Dirk volvió a su Holanda natal en 1620, y se estableció en Utrecht donde continuó con otro caravaggista llamado Hendrick Ter Brugghen, falleciendo joven cuatro años después.
Otro interesante Prendimiento es de un caravaggista llamado Gerard Seghers. Quizá no lo hayan oído nunca. Les doy unos pocos datos interesantes, y omito otros que no valen realmente para casi nada. Era procedente de Amberes. Su vida tiene cierto paralelismo con la de Van Baburen, pues también llega a Roma en 1613, e igualmente queda bajo la influencia artística de Bartolomeo Manfredi. Este pintor Seghers estuvo en España, de ahí que no sea raro que la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid tenga este cuadro.
Vean los cuadros, excelentes, con sus elementos comunes: los soldados con las corazas que destellan por la luz de una antorcha, un Jesucristo que se nos aparece frágil, con las manos entrelazadas, etc.
Seghers después, e igual que hizo Baburen, volvió en 1620 a su lugar de procedencia, Amberes, donde tras un tiempo cambió su estilo, ya que tuvo una fuerte influencia posterior de Rubens. Falleció en 1651.
Saludos y hasta otra. J. Luis Cestero (nobiliano@gmail.com)

1 comentario:

  1. Muy bien contado.
    Me han entrado ganas de volver a ver el Seghers "en vivo" (alguna ventaja tenía que tener vivir en este "inhumano" Madrid)
    Me he dado una vuelta por la Academia de Bellas Artes de San Fernando (aviso a los navegantes: los miércoles, la entrada es gratuita)
    El cuadro es precioso (este museo es una auténtica joya, absolutamente recomendable)
    En cuanto pase la crisis me voy a Roma/Florencia para ver las obras de Dirk y comparar...
    :-)
    Da gusto leer a gente -como tú- que sabe de lo que está hablando.
    De verdad, muchas gracias por tu trabajo.
    Te sigo leyendo.

    Chus
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