viernes, 28 de enero de 2011

CARAVAGGIO HOMICIDA. CARAVAGGISTAS ORAZIO Y ARTEMISIA GENTILESCHI

Dos hombres están peleando. Michelangelo Merisi, más conocido por Michelangelo Caravaggio, el pintor, y ya herido en la cabeza, lanza un golpe de espada contra Ranuccio Tomassoni, éste, esquiva el ataque haciéndose hacia atrás, pero tropieza en un bordillo y cae. Caravaggio aprovecha ese momento de debilidad de su joven rival, para asestar una estocada en el cuerpo. Sin embargo, el movimiento esquivo del contrario hace que la espada se clave con profundidad en la cara interna del muslo de Ranuccio. El atacante estira con fuerza, y la espada ya sale ensangrentada…
        Los mismos errores, los mismos. Veo a los jóvenes de hoy, escucho las  noticias de actualidad y los comparo con todo lo que leo de tiempos pasados, con  lo ocurrido hace más de cuatro siglos, con el Caravaggio, y con otros, y es lo mismo. Lo mismo de siempre.
        La mala educación, la envidia, los malos ejemplos, la desigualdad, la mala asimilación del poder propio y ajeno, la codicia, la vanidad…la violencia. Hoy, escribiré sobre el homicidio perpetrado por el Caravaggio.


        Este fabuloso cuadro de Francisco Domingo Marqués que se encuentra en el museo de Bellas Artes de Valencia (museo muy recomendable de ver, pues contiene innumerables joyas de la pintura, con autores como Velázquez , Goya, etc..), tal como su título indica ilustra un lance en el siglo XVII.
        La mayoría de autores que escriben sobre el tema Caravaggio no se complican con el asunto de la muerte del joven Ranuccio Tommasoni a manos de Caravaggio, y pasan de puntillas sobre la misma, agarrándose a la versión “oficial histórica” que sería:
El día 28 de mayo de 1606, Caravaggio y Ranuccio Tommasoni disputaban un partido de “pallacorda” –una especie de tenis de la época-; se había cruzado una apuesta, hay una discusión sobre un tanto. Hay una acusación de trampa.La discusión sube de tono, y se llega a las armas. Caravaggio en la pelea mata a Ranuccio. Tras lo cual tiene que huir de Roma.

        Uno se da cuenta de que los documentos de la época son muy escuetos y confusos. Los testimonios tanto en sede judicial como de biógrafos tampoco aclaran demasiado, incluso, alguno de ellos son, claramente malintencionados y rencorosos.
        Que no se encuentre claridad sobre los hechos de un homicidio perpetrado hace más de cuatrocientos años, no debería resultarnos tan raro, si tenemos en cuenta que, en muchas ocasiones, no se encuentra esa claridad  en los homicidios que ocurren hace cuatro días, o cuatro meses. Eso, incluso con testigos presénciales que den versiones contradictorias o percepciones diferentes.
       
        La vida de Caravaggio está llena de misterios. Los sucesos que llevaron a la muerte de Ranuccio Tommasoni son también en realidad, y en su conjunto, un misterio. El homicidio de ese personaje  es un acontecimiento capital en la vida del pintor, porque va a pasar de ser alguien conflictivo, a ser un verdadero proscrito condenado en rebeldía. Eso tendrá mucha importancia en la pintura. Su pintura va a transparentar a alguien atormentado, especialmente en los años finales de su vida, cuando estará intentando lograr el perdón del Papa y el regreso a Roma, cosa que no conseguirá. Hablaremos de esto aspectos psicológicos más adelante, pero ahora tenemos que saber un poco lo que ocurrió.

Los hechos del día 28 de mayo de 1606 pudieron tener su origen tiempo atrás, incluso años atrás.
El ambiente general en Roma era políticamente tenso. España era la primera potencia mundial en la época. Había tenido guerras con otras potencias europeas. Su política imperial tenía enemigos por todas partes, y también en Roma. Controlar las comunicaciones en un imperio tan grande era vital. En ese momento, el estado veneciano, que se apoyaba en Francia, estaba dando problemas a España y al Papa. La jugada estratégica había sido ubicar un año antes, un Papa, Pablo V, –de la familia Borghese-, que era hispanófilo. Había en Roma un clima enrarecido y prebélico.
La familia Tommasoni, hispanófila, no era de la más alta aristocracia, pero se podría decir que era de clase alta. Ranuccio, era un joven de unos 20 años, aunque ya casado y con una hija. Bien parecido, prepotente, que tenía el control sobre unas cuantas cortesanas de alto nivel, probablemente para ofrecer algunos servicios de la forma más discreta, dada su influencia y fácil acceso a determinadas casas y palacios. Las señoras cortesanas, en un momento dado, podían recibir la valiosa protección de su espada e influencias positivas frente a la policía.
El hermano mayor de Ranuccio se llamaba Giovan Francesco Tommasoni, era militar, y una especie de “jefe de barrio” (del Barrio de Campo Marzio, barrio de los pintores y en el que vivía Caravaggio). Era por tanto, alguien de peso en la zona.
En esos tiempos las cosas no le iban bien a Caravaggio. Poco antes, le había sido rechazado un encargo para una Iglesia.El cuadro llamado “La muerte de la Virgen”, que hoy se encuentra en el Louvre. Había atacado y producido heridas a un notario por haber hablado mal de Caravaggio a la madre de su modelo de aquella época, y probablemente amante, llamada Lena. Por ese ataque, tuvo que marcharse de Roma durante meses, y para poder regresar, tuvo que firmar también una solicitud de perdón bastante humillante. También recibió un encargo de cuadro que no cumplía, pidiendo dinero al solicitante por adelantado en varias ocasiones. Y más cosas que podrían decirse...
Pero hubo un hecho, al que yo doy especial importancia y del que no se sabe prácticamente nada: En octubre de 1605 Caravaggio presenta unas heridas considerables, es interrogado por la policía, y dice que se las ha hecho él solo con su espada al caerse, y no presenta denuncia contra nadie. Eso de que las heridas se las ha hecho él solo, desde luego, no se lo cree nadie.
Las preguntas a hacerse son: ¿Cuál fue el origen de esas heridas, y qué ocurrió entre mediados de octubre de 1605 y el 28 de mayo de 1.606 en que mata a Tomassoni?
Yo diría que durante ese tiempo Caravaggio muy bien pudo estar preparando su venganza contra Tommasoni, pero la misma no sería de forma directa, pues su enemigo era poderoso. Para empezar, se esperaría a enmarcarla consciente o inconscientemente  en un evento de apuesta y deportivo (quizá para aminorar el impacto judicial que sin duda habría de tener). Quizá no pensara matar a nadie, pero sí darle su merecido. Durante ese tiempo es posible que se cruzaran varias apuestas y partidos con Ranuccio. Caravaggio le debía dinero; de ahí las solicitudes de adelantos por un cuadro no realizado, Caravaggio no estaba pintando mucho, sino que es muy posible que estuviera  ejercitándose en el juego y sobretodo en la esgrima y en la lucha. También estaba en contacto con gente experta en armas. Eso lo prueba el siguiente hecho: En la pelea no intervino Caravaggio y Ranuccio solamente, participaron hasta cuatro hombres por cada bando. Por el bando de Caravaggio, además de él, su muy amigo Onorio Longhi (del que ya hemos hablado en anterior entrada del blog), Petronio Toppa, un militar mercenario, probablemente contratado por Caravaggio para la ocasión, (se acrecienta el concepto de la necesidad del dinero), y un cuarto hombre no identificado, que pudo ser Mario Minniti o Lionello Spada, -también ya hemos hablado anteriormente de estos amigos de Caravaggio-, u otro, llamado Francesco de Luca que testificó negando su participación, o también, incluso, otro hombre llamado Paolo “el tuerto”, que era militar,  probablemente mercenario. Por el bando de Ranuccio, su hermano Giovan Francesco, y dos de sus cuñados llamados de apellido Giugoli. El resultado de la reyerta fue el siguiente: Ranuccio herido de muerte, seguramente desangrado, sólo tuvo tiempo de ser llevado a su casa, confesado a dura penas, y murió; el Caravaggio tuvo heridas graves, especialmente en la cabeza –(…lo que le faltaba para centrarse…)-, desapareció del lugar, y fue escondido por gente amiga hasta que se inició su fuga de Roma; el militar llamado Toppa, estuvo mal herido, casi se muere, y fue ingresado en la cárcel; de los demás no se tiene noticias de sus heridas, por lo que probablemente fueron leves o salieron indemnes. Todos se marcharon de Roma.
¿Pudo haber habido partido de pallacorda? Puede ser, no digo que no, pero también probablemente pudo haber enfrentamiento por provocación o duelo colectivo. En cualquier caso, no tiene más que una importancia anecdótica. Para mi está muy claro que había una predisposición al enfrentamiento, y desde hacía tiempo, probablemente por ambas partes. ¿Por qué ir todo el mundo armado a un partido? ¿Por qué en vez de separar una pelea entre dos jugadores, la pelea se hace más grande? Hay algún autor que  incluso, ha hablado de doce intervinientes. Había enconamiento.
Yo no creo que el homicidio fuera algo casual, simplemente como consecuencia de una discusión en un partido de pelota. Llovía sobre mojado. Quizá no estaba premeditado del todo, pero sí que creo que hubo provocación, y ajustes de cuentas. Las causas profundas, esas que reconcomen el cerebro de las personas, y que tienen que ver con los “pecados inherentes a la condición humana” que he descrito al principio como intemporales,  fueron las causas en esencia. El duelo es muy posible que tuvieran que ver, con el  dominio en el barrio, incluso quizá también tuviera connotaciones políticas, que tuviera que ver con mujeres –entendidas como propiedad-, con deudas, y cuestiones de honor en general, que en esos tiempos eran muy importantes.
El Papa Pablo V estaba realmente enojado con lo sucedido Cargó el peso del castigo sobre el Caravaggio. La sentencia fue dictada en rebeldía: pena de muerte, y por ser dictada en bando, podía ser ejecutada por cualquiera, incluso con posible recompensa si se presentara su cabeza.
Pasados los años, algunos participantes en la lucha obtuvieron, tras el necesario e imprescindible exilio, el perdón. Se alegaba para ello “que no había sido premeditado”, (¿qué otra cosa se podría decir?),  y lo obtuvieron.
Caravaggio en su proceso de vuelta a Roma para obtener el definitivo perdón, murió en julio de 1610, por motivos tampoco suficientemente aclarados.

ORAZIO Y ARTEMISIA GENTILESCHI

Siguiendo nuestro recorrido entre los caravaggistas que conocieron al genio debemos mencionar a Orazio Gentileschi y a su  hija Artemisia.
Orazio fue amigo de Caravaggio. Era unos ocho mayor que él. Fue colega de profesión, de correrías y aventuras. De hecho, también estuvo directamente implicado en el proceso por difamación a Baglione, (véase la entrada en que habló de este proceso), y aunque, en su declaración, Caravaggio negara que era amigo suyo, incluso, que hacía tres años que no le hablaba;  parece que era más bien un intento de exculpar a su amigo.
No es difícil pensar que Orazio conoció  bien la técnica de Caravaggio, y en sus primeros años en Roma tuvo una marcada influencia de él. Veamos un cuadro:


Los músicos e instrumentos era un tema amable, que iba muy bien para palacios y estancias privadas. Orazio estaba casado, y tuvo varios hijos, entre ellos a Artemisia , nacida en 1597, y seguro que le fue presentada a Caravaggio porque, por ejemplo, en 1604 Artemisia ya tendría unos siete años, y era ya una niña prodigio. Dibujaba maravillosamente. Es fácil imaginar a un padre orgulloso de la habilidad de su hija pequeña, presentándola al genio de la pintura del momento.
 Los cuadros y la personalidad de Michelangelo Merisi Caravaggio le debieron dejar una profunda huella a Artemisia, (Caravaggio era en ese momento el pintor más importante desde el punto de vista estilístico de Roma, sin duda ninguna), pues ella fue más caravaggista, y propagó más el estilo que su padre Orazio. Éste, derivó hacia otros estilos de mayor clasicismo con colores más claros. Fue especialmente reconocido en Inglaterra donde falleció.

Artemisia vivió en varias ciudades y fue una reputada pintora profesional, rompiendo muros, pues dada su condición de mujer, no le era permitido entrar en las academias de pintores, reservadas para hombres. Seguramente tuvo otros problemas de este tipo de discriminación que son fáciles de imaginar.  Hubo en su vida un suceso muy importante: fue violada por un profesor de dibujo, siendo bastante joven. Se tienen casi todos los datos del proceso por este delito. El violador no salió demasiado castigado, como era de esperar en esa época.
Artemisia residió gran parte de su vida en Nápoles, donde estaban otros grandes pintores caravaggistas, como José de Ribera “El Españoleto”, o Massimo Stanzione.  Falleció en esa ciudad de tanta influencia española en 1651, tras lo que, con el tiempo fue olvidada, lo que no es de extrañar, pues igual ocurrió con Caravaggio. La importancia para la historia de la  pintura de Artemisia es mucho mayor que la de su padre Orazio. Veamos la potencia expresiva del siguiente cuadro:


Uno se queda helado. Se dice que es una plasmación subliminal de venganza contra el hombre que la violó. Se trata de una Judith cortando la cabeza a Holofernes, y está en la Galeria de los Uffici en Florencia (hay un cuadro casi igual de la misma autora en Nápoles). Vale la pena hacer un “zoom” y detenerse con las salpicaduras de la sangre por las sábanas, brazos y vestido de Judith. También en el ceño fruncido de la protagonista, como si estuviera calculando con total frialdad, como si de un cirujano se tratara. Realiza Judith un corte de milimétrica precisión. La ayudante,  toma un papel bien activo, lo que no he observado en otros cuadros sobre el mismo tema de otros autores. Las mujeres en este cuadro, de alguna manera, se unen plenamente en el objetivo homicida. Casi como una continuación temática del anterior véase el siguiente cuadro de la autora:
Bien, hemos puesto un poco en solfa la teoría de que el homicidio de Caravaggio se debiera a un mero arrebato, y hemos hecho un breve acercamiento a dos pintores que conocieron al Caravaggio. No es mal bagaje para esta entrada, creo yo.
José Luis Cestero (nobiliano@gmail.com)

sábado, 8 de enero de 2011

LA BANDA DEL CARAVAGGIO. CARAVAGISTA: LIONELLO SPADA





        Que Caravaggio tuvo un carácter, digamos, “difícil”, es algo sabido por muchos y diferentes testimonios. No obstante lo dicho, tuvo apoyos, tanto de la clase social más alta, como de amigos y compañeros de profesión, juergas y aventuras.
        Cuando en el proceso por injurias a Baglione –del que ya hemos hecho comentario-, es preguntado Caravaggio sobre los pintores que conoce en Roma y cuáles son sus amigos, declara, entre otras cosas, que conoce a Mario, (es Mario Minniti del que ya hablamos un poco en una anterior entrada) y sobre el que dice que hace tres años que no habla con él, probablemente para encubrirlo. También habla de Bartolomeo, (es Bartolomeo Manfredi del que hablamos en la anterior entrada), y sobre el que dice que fue criado suyo, pero que hacía un par de meses que se había marchado de la ciudad, probablemente también para encubrirlo. Sigue hablando de otro amigo pintor llamado Tempesta, (es Antonio Tempesta, pintor y grabador, al que había conocido en el palacio del cardenal Del Monte, su benefactor principal). Otro pintor y amigo suyo es Prospero, (se trata de Prospero Orsi). Reconoce que es muy amigo suyo Onorio Longhi (u Honorio Longo como se encuentra escrito otras veces), pero niega su implicación en los hechos de la denuncia. Este Onorio Longhi era arquitecto o maestro de obras, de familia bien… y diestro con la espada. Por otra parte, pone especial hincapié en señalar que Orazio Gentileschi no es amigo suyo porque hace  años que éste no le habla, (de este pintor  caravaggista y de su hija hablaremos en una próxima ocasión), probablemente participó en el delito y también trataba de encubrirlo.
        Faltaba mencionarse a otros dos amigos pintores caravaggistas: Ottavio Leoni y Lionello Spada.
        Ottavio Leoni fue amigo suyo desde que junto con Mario Minniti  se conocieron en el palacio del cardenal Del Monte. Este pintor es quien realiza el famoso retrato de Caravaggio que se puede ver en la entrada de 10-12-2010.
Lionello Spada no es mecionado en el proceso ni posteriormente, y sin embargo, se ha proclamado por un biógrafo llamado Carlo Cesare Malvasia en 1678, una serie de historias y detalles importantes que hacen pensar que Spada y Caravaggio tuvieron una intensa relación personal. Sin embargo, esto es negado por Peter Robb en su libro biográfico del Caravaggio, con un fuerte argumento: Spada no llegó a Roma hasta 1608, (esto es, dos años después que Caravaggio hubiera huido de Roma por homicidio), por lo que no pudo conocerlo allí. Pero algunos de los detalles que ofrece Malvasia son tan concretos y atrevidos que por inverosímiles resulta difícil no creer a un biógrafo, que, aunque escribió bastantes años después de la muerte tanto de Caravaggio como de Spada, se le ha de suponer que procuró estar informado. Por otra parte, -y sin discutir que el primer documento en que se constata la presencia de Sapda en Roma sea de 1608, aunque Robb no dice cuál es-,  que no aparecieran documentos que certifiquen la presencia anteriormente a 1608, no significa que necesariamente no hubiera podido estar antes. Frecuentemente nos encontraremos con casos de dudosa datación, en cuanto a si un determinado pintor tuvo contacto o no, con otro. Afirmar o negar las cosas tajantemente siempre es arriesgado. No olvidemos que estamos hablando de hechos reales o supuestos que ocurrieron alrededor de hace cuatro siglos. ¿Pero de qué detalles habla Malvasia? Por ejemplo, que Caravaggio otorgó una buena bienvenida a Lionello. Que Spada posó para él desnudo, posiblemente para un San Juan Bautista. Que el personaje que está de espaldas en la Vocación de San Mateo y lleva espada (¡qué curioso!), es Lionello Spada, que Guido Reni –excelso pintor boloñés- informó mal sobre un posible encargo a Spada, y sobre el que estaba también interesado Caravaggio, llevándose el contrato finalmente otro pintor. Que Caravaggio lo tuvo secuestrado durante unos días para que no se marchara, etc.
        Así, podríamos decir que la “banda del Caravaggio” en los últimos años del S XVI y primeros del S XVII, aunque no todos simultáneamente, estaba compuesta por Onorio Longhi –quizá éste fuera el más temerario-, Orazio Gentileschi, Mario Minniti, Antonio Tempesta, Prospero Orsi, Ottavio Leoni, y Lionello Spada. Unos sujetos de cuidado. Hombres jóvenes en una Roma católica y contrarreformista  a más no poder por la superficie; y viciosa, y turbia en los bajos fondos.
        Esta banda no sólo se limitaba a tener una pugna estética o conceptual sobre la pintura, o por los encargos de cuadros, como ya dijimos, con otros pintores, como Baglione o Tommaso Salini (Mao), o con el Caballero d’Arpino, (así llamado Giuseppe Cesari, famoso pintor en Roma, y para el que Caravaggio trabajó en los primeros tiempos para luego distanciarse de él, y llegar posteriormente a una profunda y mutua animadversión).  La “banda”, que se movía  por ambientes de aventuras y lances, apuestas, tabernas y prostitutas, como no podía ser menos,  y siempre es así, tenía una banda rival, la de los hermanos Tomassoni y sus amigos.
        La cosa no era una broma. En el inventario que se hace a los bienes muebles del Caravaggio, como consecuencia de  un desahucio, se levanta acta de la existencia de dos espadas y tres puñales. Esto es un dato objetivo.
La sangre llegó al río en más de una ocasión… hasta que se llegó a un homicidio. Y sin embargo, el arte era posible. Pero no adelantemos acontecimientos, pues este asunto del homicidio será motivo de otra entrada, ya que fue de suma importancia, tanto para la vida de Caravaggio y algunos de sus amigos, como para la los cuadros y la historia de la pintura que es lo que nos interesa.
Hoy, prestaremos atención a uno de la “banda”, un caravaggista muy interesante del que no se sabe mucho todavía: Lionello (o Leonello) Spada.
El primer contacto con el nombre de Lionello Spada lo tuve en San Petersburgo, en el museo del Hermitage; cuando entré en una sala y vi este cuadro:


En un primer momento –la foto está tomada en ese momento-, estaba confuso porque yo creía que era un cuadro de Caravaggio. Lo había visto en lámina y me sonaba que estaba en Roma, así que tuve que acercarme y leer el letrero  entonces leí el nombre de Lionello Spada. El cuadro con el que me confundía era este:


Este cuadro y aquél se titulan la Crucifixión de San Pedro.
Este de Caravaggio, se encuentra en la Iglesia de Santa Maria del Popolo en Roma. Los dos cuadros me produjeron en el momento que los vi, una gran impresión, y hoy también cuando veo las fotos.
        Aunque quizá me impactó más el de Spada, que no me lo esperaba, porque el de Caravaggio cuando lo vi en Roma ya me lo sabía de memoria.
Tras el impacto inicial en aquél inmenso museo ruso que llega a aturdir sala tras sala, todo se aclaró para mí, y no hacía más que pensar que ese Spada era un pintor excelente, y que se parecía mucho a Caravaggio. Veamos una foto más nítida del cuadro:

        Después cuando volví del viaje quise saber algo más de Lionello Spada, un pintor desconocido para mí.

        ¿Quién fue Lionello Spada?  Lionello era unos cinco años más joven que el Caravaggio, y sobrevivió a este unos doce años. (1576-1622). Llegó procedente de Bolonia a Roma como aprendiz para triunfar, como tantos otros jóvenes pintores, llegó a ser discípulo de unos pintores importantes en Roma, llamados de apellido Carraci. Pero se ve, que, al conocer la obra de Caravaggio se quedó impresionado por su estilo.
        Veamos un cuadro de Spada que está en el Louvre:

        Un fondo negro absoluto cede ante unos drapeados impresionantes, y ante la cara del hijo pródigo, -que sola ya, valdría la entrada del museo-. La mano del padre aparece por el hombro del hijo para arroparlo cariñosamente.

Sí que es cierto que a Lionello Spada le llamaban despectivamente “el mono del Caravaggio”. Su estilo durante una época, muy cercano al genio Caravaggio, evolucionó también hacia otros estilos. Las evoluciones estilísticas suelen ocurrir también a muchos otros pintores.
No es fácil encontrar obras de Spada. Por ejemplo, el Prado no tiene ni una, que yo sepa.
Para finalizar un cuadro de Spada que se encuentra en Roma en el Palazzo Barberini. Se trata de “San Jerónimo escribiendo”. El tema de San Jerónimo fue utilizadísimo. Se presenta como un anciano anacoreta, casi desnudo, escribiendo o meditando. Suele incluirse un cráneo para recordar dónde quedarán las vanidades.


¿No es impresionante el cuadro? Destacan las posiciones de los objetos y la piel del viejo San Jerónimo. Por poner alguna pega, diría que el brazo derecho me parece un poco más musculado de lo que sería de esperar en alguien tan mayor.
Veamos ahora otro San Jerónimo, esta vez en meditación, realizado por Caravaggio y que se encuentra en Monserrat. Es uno de los pocos cuadros del maestro que hay en España. Destaca por su violento claroscuro, y por la figura que se encuentra en grandes partes de su cuerpo sumergido en la penumbra, lo que le da un ambiente de recogimiento y reflexión muy acentuado. El drapeado blanco y rojo sobrecoge, así como la calavera, que ni siquiera se ve por completo.
Bien, hemos presentado a un pintor caravagista poco conocido, pero en mi opinión muy recomendable como Lionello Spada. Hemos visto que sigue fielmente ideas y estilo del maestro y pinta cuadros excelentes. Una gozada en suma.

José Luis Cestero (nobiliano@gmail.com)